¿Nueva crisis alimentaria?

Señales apuntan a nueva crisis alimentaria global.  El anuncio del primer ministro Vladimir Putin de suspender las exportaciones de trigo de Rusia desató una inmediata escalada alcista en los precios del cereal. El 6 de agosto la agencia Efe informaba: “Rusia, uno de los mayores productores mundiales de grano, anunció la suspensión hasta fin de año de las exportaciones de cereales debido a la grave sequía que ha destruido ya un 20% de sus cultivos. El anuncio ha desatado un alza en los precios que experimentaron este jueves su mayor alza en dos años…La medida, que era esperada con inquietud desde hace días por los mercados internacionales, afecta al trigo, centeno, cebada, maíz y a la harina de trigo y de centeno, pero no al arroz. La suspensión, que dejará sin suministro a países como Egipto, Israel, Irán, Turquía, Líbano o Siria, entrará en vigor el 15 de agosto y expirará el 31 de diciembre”.
Los titulares de la prensa dominicana dan cuenta de la reacción del mercado local a esta noticia: Aumentan precios del pan en Santiago (El Nacional, 24 agosto); Decidirán hoy sobre precio del pan (Hoy, 31 de agosto); Pan de agua será reducido en su tamaño para poder mantener el precio de cinco pesos (noticias SIN); Analizarán aumento del precio del pan por aumento de harina (jornadalibre.com); Productores de pan piden Gobierno los subsidie (almomento.net, 28 agosto)
Algunas panaderías comenzaron a subir los precios como resultado del aumento en la harina, aun antes de que los empresarios asociados se reunieran para determinar si generalizan el alza. Panaderías de la ciudad Santiago, de manera independiente, aplicaron un aumento en el pan tradicional de $6 a $7 la unidad.
A finales de agosto, el saco de harina de 120 libras aumentó de $1,100 a $1,340. Este aumento fue debido a que los precios del trigo habían registrado fuertes alzas.
La crisis alimentaria 2007-08
Durante los años 2007 y 2008 se registraron aumentos de precios de los alimentos a escala mundial, lo que condujo a una crisis alimentaria en las regiones más pobres del mundo, acompañada de inestabilidad política y disturbios callejeros que en Madagascar incluyeron el derrocamiento del gobierno. Haití fue uno de los países que registraron disturbios.
Esta crisis se atribuyó a cinco factores principales:
• Cosechas por debajo de lo normal en varios países, especialmente exportadores netos de alimentos como Australia y Canadá.
• Creciente demanda de biocombustibles en los países ricos, que desvía millones de toneladas de renglones básicos como soya y maíz.
• Creciente demanda de carne y otros alimentos por segmentos enriquecidos de la población de China y la India, principalmente, que han variado sus hábitos alimenticios.
• Aumento sostenido del petróleo que, a su vez incrementa los fertilizantes y el transporte. El barril de petróleo alcanzó a $100 dólares y los abonos subieron 58%.
• Inestabilidad generada por la especulación en los mercados de capital, vinculada a la crisis financiera.

En aquella ocasión el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, advirtió que unas 100 millones de personas podrían verse seriamente en riesgo por la crisis en el suministro de alimentos básicos.
La XXX Conferencia Regional de la FAO “concluyó hoy en Brasilia con la convicción de que la crisis de los precios de los alimentos en el mundo será prolongada, por lo que es necesario redoblar el apoyo a los países más pobres y vulnerables”, señalaba un cable de Efe fechado el 16 de abril de 2008. El día 24 del mismo mes la prensa publicó la sorprendente noticia de que “El repunte en los precios de los alimentos que ha provocado revueltas en distintos países del mundo se ha trasladado a Estados Unidos, donde cadenas como Wal-Mart y Costco han impuesto límites en la venta de algunos productos como el arroz”.
Se reportó que en total 37 países cayeron en estado de emergencia alimentaria.
El panorama actual
Rusia recortó las estimaciones de su cosecha de trigo para este año a 70-75 millones de toneladas, en vez del promedio anual de 90 millones, según la agencia RIA Novosti. Rusia suministra el 8% de la producción mundial de trigo. En 2009, el país exportó 21.4 millones de toneladas de cereales.
La FAO reportó en julio que los precios internacionales del trigo y el maíz se incrementaron 19 y 12%, como un reflejo de las preocupaciones por el deterioro global del trigo, particularmente en los principales países exportadores. En contraste, los precios del arroz continuaron declinando gracias a los abundantes suministros.
La FAO proyecta una producción mundial de cereales para este año de 2,238 millones de toneladas, incluyendo arroz molido. Esta es la tercera mayor cosecha registrada, a pesar de un descenso en la cosecha de trigo debido al clima adverso en varios países. El consume mundial excederá levemente la producción lo que conducirá a una baja de las reservas el próximo año.
El director de la FAO convocó una reunión extraordinaria en la sede del organismo en Roma para el 24 de septiembre, con el fin de discutir la turbulencia que afecta al mercado mundial de cereales.
Como sostuvo en 2008 durante la crisis y ha reiterado recientemente, la FAO sostiene que la subida de los precios de la comida es producto de diversos factores y que no hay escasez de alimentos, sino obstáculos para que los más pobres accedan a ellos. "Se dice que si la producción aumenta los precios bajan, pero no es eso lo que va a pasar", expresó el doctor Jacques Diouf en la clausura de la XXX conferencia regional, citado por Efe.
De ahí, que los factores que pueden conducir a una crisis alimentaria no se vinculan exclusivamente a la esfera de la producción, sino también a la distribución, el financiamiento, la política.
Cambio en los patrones climáticos
La sequía extrema en Rusia y las devastadoras inundaciones en Pakistán son parte de una tendencia global hacia patrones climáticos impredecibles que amenazan la seguridad alimentaria. John Carey, un especialista en temas ambientales, citó el 7 de septiembre los recientes motines con saldo de muertos y heridos en las calles de Mozambique por aumento de los alimentos; la ira de la población en Egipto y Serbia y los compradores rusos presa del pánico que limpiaban de granos básicos los escaparates de las tiendas. Le agregó las devastadoras inundaciones que han dejado 10 millones de pakistaníes sin hogar levantando preocupaciones sobre la capacidad de ese país para alimentar su población. Y se preguntó: ¿una serie de desastres aislados? No, respondió, hay un hilo conductor: el clima extremo. El mismo patrón de altas presiones atmosféricas que llevó un calor abrasador a Rusia desvió la humedad hacia Pakistán, causando en ese país lluvias torrenciales e inundaciones devastadoras.

Actualidad Mundial / Ramón Arturo Guerrero