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    viernes, 30 de mayo de 2014

    Funciones del Agente de Pastoral (2)

    Pastoral de la Salud | Mons. Valentín Reynoso (Plinio), msc.
    Funciones del Agente de Pastoral de la Salud, a la luz de la Nueva Evangelización (2)
    Con esta entrega completamos las funciones del Agente de Pastoral de la Salud que iniciamos en el número anterior de Amigo del Hogar, del mes de marzo.
    c) Función de Facilitador
    El Agente de pastoral de la salud es un hombre (o mujer) de relaciones. Su presencia puede sanar unas relaciones truncadas, desarrollar otras nuevas, fortalecer las existentes y someter a examen las demasiado impersonales. Las relaciones son portadoras de crecimiento y dan un sentido a la vida. La falta de relación causa desesperación y vacío. En tiempo de crisis, las relaciones desempeñan un papel vital, tanto en el proceso de curación como en el de desintegración.
    Ante todo, el pastor tiene la posibilidad de facilitar la relación del paciente consigo mismo y con su mundo interior.
    Llegan determinados momentos en los que el paciente se ve turbado por diversos estados de ánimo o tiene que tomar decisiones éticas difíciles, tales como una intervención quirúrgica, una terapia, entregar un niño en adopción, ingresar en una casa de reposo y otras similares. El agente ayuda a las personas las personas a identificar valores, sentimientos y responsabilidades y a integrarlos en el proceso de su toma de decisión. Además, su presencia contribuye a facilitar las relaciones del enfermo con el personal de Servicio. Su mediación es una ayuda para mejorar la comunicación entre las partes comprometidas. Cuando los pacientes se quejan de los médicos por sus visitas relámpago o por su terminología incomprensible, el agente les anima a solicitar un lenguaje más sencillo. Cuando es oportuno, informa con tacto al personal sanitario sobre las reacciones de los enfermos, con el fin de promover un servicio más eficaz.
    Este Agente de pastoral tiene la posibilidad de facilitar la interacción del paciente con su familia. A menudo, los miembros de la familia no se comunican entre sí, no se escuchan, no se ayudan. Discernir y esclarecer lo que está sucediendo, explorar posibles alternativas, guiar con discreción y sensibilidad, son formas de intervenir en las dinámicas del tejido familiar y de transformarlo cada vez más en una base de apoyo y de intimidad reciproca.
    El pastoralista tiene la posibilidad de facilitar la interacción de un paciente con otros pacientes. A escala más amplia, el impulso que han adquirido en estos últimos tiempos "los grupos de apoyo" es el mejor testimonio de que para muchos el sistema de ayuda más válido debe ser buscado en un grupo que esté viviendo el mismo problema.
    El Agente de pastoral sanitaria tiene la posibilidad de facilitar la relación entre el paciente y la comunidad de los fieles. La comunidad parroquial debe ser educada y sensibilizada para asistir a sus miembros enfermos y a las familias de éstos. Una comunidad está viva cuando los unos cuidan de los otros, especialmente en tiempo de crisis.
    d) Función Ritual
    Una dimensión privilegiada es la constituida por sus ritos cuando éstos expresan de un modo claro y apropiado el significado de las experiencias humanas. Para muchas personas, la palabra “rito” tiene una connotación negativa: está asociada a un formalismo vacío, a un puro conformismo. Lamentablemente, a veces ha estado reducida a esto. Pero el rito es un medio para comunicar, mediante actos exteriores, realidades interiores. Interpreta las experiencias de vida en una perspectiva de fe, transmite la gracia divina y es portador de consuelo. Varios son los ritos a los que recurre el pastor en su esfuerzo por consolar y ayudar a los afligidos:
     La Oración: es un recurso precioso para ritualizar y consagrar la historia del que sufre. Cuando el enfermo está en buena disposición, es posible insertarla al acabar una visita. Ofrecer a Dios las preocupaciones y las esperanzas en forma de oración crea un sentido de presencia divina en la precariedad de la situación humana.
     Los Sacramentos: constituyen otra fuente de gracia. En el ambiente hospitalario, un sacramento característico es la unción de los enfermos, concebida en la óptica de la curación no sólo a nivel físico, sino también emotivo y espiritual. Quien acepta lo que no se puede cambiar, experimenta una curación emotiva; quien se renueva interiormente, experimenta una curación espiritual. Lo importante es el Agente de pastoral de la salud ofrezca, antes del rito, una adecuada catequesis para ayudar al paciente y a la familia a apreciar el significado de los símbolos y la importancia de la oración comunitaria.
     Otros gestos que proporcionan consuelo y comunican solidaridad: Además de las oraciones, los sacramentos y las bendiciones, un gesto que se puede hacer con la familia de los enfermos que se encuentran en los últimos días de su vida es invitar a los presentes a formar un círculo alrededor de sus seres queridos agarrados de la mano, para simbolizar la unidad de los presentes. A la recitación del "Padre Nuestro" le sigue luego alguna invocación u oración espontánea. El lenguaje es el vehículo para interpretar el momento; el agarrarse de la mano es el medio de comunicar unión y apoyo.
     Testimonio: La familia de una muchacha de veintiún años, que estaba muriendo de leucemia, encontró tanta fuerza en este gesto simbólico que decidió continuarlo por su cuenta, cada noche. Así, poco a poco, las lágrimas se transformaron en alegría paz interior.
    Los ritos, pues, tienen el fin de celebrar y sacralizar los dolores y las expectativas, el amor y la fe de la gente. Sin ritos, las culturas mueren, las personas se sienten solas y determinados momentos de la vida quedan incompletos.
    1. Ministerio en Perspectiva
    La creatividad y la eficacia pastoral están vinculadas a una madura integración de la dimensión simbólica con la habilidad para escuchar las historias de las personas, facilitar su expresión y ritualizar sus contenidos. Las funciones "simbólica" y "ritual" representan los atributos litúrgicos o sacerdotales del ministerio y constituyen las dimensiones características del sacerdote. Las funciones de “consolador" y de "facilitación" son los atributos pastorales del ministerio y son compartidas con otros profesionales.
    La imagen negativa del sacerdote que a veces se proyecta hay que buscarla en la actitud de aquellos que han reducido el ministerio esencialmente a las funciones simbólicas y rituales, descuidando aquellas otras que comportan un mayor compromiso humano.
    Los recursos de la fe tienen que ser referidos a existencias concretas y ser integrados en la historia, en los significados, en la espiritualidad de los destinatarios, favoreciendo la primacía de la relación humana. En la dinámica de la visita pastoral, la función de "guía espiritual" puede servir de nexo entre las dimensiones puramente humanas (consuelo, facilitación) y las estrictamente sacerdotales (simbólico-ritual). El guía espiritual es aquel que escucha el lenguaje del corazón y percibe las necesidades del alma.
    Cuando el Sacerdote y el Agente de pastoral saben integrar creativamente las diversas dimensiones de su identidad pastoral, su visita pastoral inspira e ilumina, y él se hace peregrino con los que sufren en el camino de la vida, en el camino hacia Dios.
    6. Pistas para reflexión y diálogo en grupo:
     Lee el texto en silencio
     Escoge los elementos que le interpelan y medítalos en tu corazón
     Cómo te ves como Agente de la Pastoral de la Salud?
     En cuál de las funciones te ubicas mejor?
     Pide al Señor que te dé un corazón semejante al de Jesús, para servir a los enfermos desde los sentimientos de Jesús.
    Fuentes: - Guía de la Pastoral de la Salud CELAM/CED
    - Dolentium Hominum

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