Año Nuevo, nuevos retos...

Vocaciones | P. Osiris Núñez, MSC  

Año nuevo, nuevos retos, nuevos caminos por recorrer…  

Ha iniciado un nuevo año, y cada año nuevo trae nuevas expectativas, nos proponemos metas, proyectos y muchas cosas más. Normalmente, esperamos que el nuevo año sea mejor que el anterior. Son anhelos que deseamos para que nuestra vida vaya realizándose plenamente.

      Y esto pasa en todas las dimensiones de la vida: el estudiante que quiere mejorar más, el agricultor que espera una mejor cosecha, la familia que espera un nuevo hijo, los novios que esperan contraer matrimonio; o como cristianos, por ejemplo, este año vivir la práctica de la misericordia como nos propone el Papa Francisco; o a nivel más personal, este año quiero hacer una opción de vida para servir a los demás. Y muchas otras maneras más en donde se van concretizando los proyectos de nuestra vida.

       Esto se puede llamar, “el deseo de superación o la proyección personal” (proyección personal entendida en términos positivos).  Deseo de superación es la dimensión del ser humano de querer cada día ser mejor, de ser más, de no quedarse en lo que está, sino de llevarlo cada día a la perfección. La proyección personal, entendida positivamente es, como yo me veo, como me visualizo en el futuro: ¿Graduándome? ¿Casándome? ¿Viendo a mi hijo nacer? ¿Terminar de construir mi casa? O también, haciendo una opción de vida religiosa, como por ejemplo, entrar al Seminario para formarme en la vida sacerdotal. Eso es deseo de superación y proyección personal positiva.

     ¿Por qué hablar de esto? Porque en nuestra sociedad, cada día los jóvenes se preocupan menos por estas cosas. Solo viven el día a día, tratando de disfrutar al máximo los placeres pasajeros que no llenan, ni dan plenitud a la vida del ser humano. Una muestra de esto puede ser escuchando y analizando las letras de ritmos urbanos populares que son muy escuchados por los jóvenes. Por ejemplo: “hoy yo me voy de rumba, voy a gozar mi vida, no sé si mañana estoy en una tumba”, y así podemos encontrar muchas canciones más que expresan  y reflejan la realidad de los jóvenes de nuestra sociedad.

      Al iniciar el nuevo año, se nos presenta una oportunidad más de poder vernos a nosotros mismos, de mirar hacia dónde vamos caminando y hacia donde queremos llegar. Es un nuevo tiempo que se nos abre para seguir nuestro caminar hacia Dios a través del servicio a nuestros hermanos, de una manera u otra. Por eso, en  ese caminar puede estar la llamada de Jesús, que nos invita a seguirle y servirle de una manera especial, entregándole nuestra vida a él por completo y optando por la vida religiosa y sacerdotal.

       En este año nuevo, donde se nos presentan nuevos retos, donde hay nuevos caminos por recorrer, Jesús nos invita a seguir su camino, así como invitó a sus discípulos. Y tú, ¿que le respondes?

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