Los colores del atardecer
Podría resultar poco creíble que debajo de tales puestas del sol el hombre busque la violencia y los estereotipos sean la pista más certera para arrestar a un supuesto delincuente.
Siempre acostumbro en la tarde a caminar o correr por el parque que está cerca de mi casa y mientras camino se me hace difícil no estereotipar a las personas y más si son de rasgo latino. Sería un error no admitir que se me hace difícil desprenderme de algunos prejuicios inculcados por mí mismo, mis libros, mis padres, mis amigos, mis escuelas, mis universidades, mis profesores y demás tajalanes de mi bella Quisqueyana.
Para cualquier minoría social es un reto mantener sus raíces vivas en medio de una sociedad que es pujante y que no tiene tiempo para entender que, aunque estas aquí piensas como allá.
Tal vez poder tener la oportunidad de viajar o vivir es para mucho sinónimo de progreso y bienestar, pero es bueno también pensar que otros pueden ser felices desde su casita humilde y sus tres calientes aseguradas, que la felicidad no está precisamente en contemplar rascacielos o poder hacer bolas de nieve, que eso es un tema complicado y que yo lo resumo con una sola frase, la búsqueda incesante de paz.
Ver que mis compatriotas dominicanos al igual que muchos latinos disfrutan de los atardeceres de los hermosos parques del estado de Minnesota (son los mejores y de todo Estados Unidos) y que la sensación de seguridad que provoca una paz que no se encuentra en playas de arenas blancas y cocoteros de antaño mezclado con bachata y pescado ni necesariamente con nieve o el idioma inglés.
Esa sensación de paz y seguridad está siendo recientemente cuando aún no están superados algunos aspectos raciales y de libertades ciudadanas. Es ilógico que por el solo hecho de color de piel (negro) un policía puede abordarte de manera distinta y tal vez si te pones medio bruto proceder de tal manera que no vuelvas a ver atardeceres.
Sin descartar las oportunidades y los sueños que se puede realizar en esta gran urbe es importante destacar que como “latinos” (otro estereotipo) se debe ir rompiendo con ciertas etiquetas.
Es importante poder romper ciertas barreras raciales y apostar a la solidaridad visual. Los colores y el concepto raza son etiquetas sociales y los estereotipos son el morbo de los prejuiciosos.
Sigo disfrutando de los atardeceres de Minnesota y espero que la sensación de paz no se vuelva a cuestionar porque simplemente la ficción vuelve a superar la realidad: ves a todos los medios haciendo cobertura de que un policía mata a uno de color (negro) y uno de color mata cinco policías blancos. ADH 804
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