El impredecible Presidente Donald Trump
El empresario, polÃtico, personalidad televisiva y escritor Donald John Trump será escogido Presidente de los Estados Unidos por el Colegio Electoral, pese a haber obtenido menos votos que su más cercana rival, la exsecretaria de Estado y exsenadora Hillary Clinton. Los cómputos finales indican que Clinton logró ganar el voto popular con 48.03% (62,523,126) de los sufragios, contra 47.01% (61,201,031) de Trump. Los demás candidatos: Gary Johnson, del Partido Libertario, Jill Stein, del Partido Verde, los independientes Evan McMullin y Laurence Kotlikoff; Gloria La Riva, del Partido Socialismo y Liberación, Roque De la Fuente, de American Delta Party y Darrel Castle, del Partido de la Constitución, sumaron entre todos el restante 4%. Pero, la señora Clinton perdió en el sistema del colegio electoral: 290 contra 232 ya que se necesitan 270 votos para ganar allÃ.
De esta manera Trump, nacido el 14 de junio de 1946 en Queens, Nueva York, será el nuevo Presidente escogido por el Colegio Electoral.
El Colegio Electoral
El Colegio Electoral es el cuerpo de compromisarios electos encargado de elegir al presidente y al vicepresidente de los Estados Unidos. El Colegio Electoral se compone de 538 electores.
En lugar de votar directamente al presidente y vicepresidente, los ciudadanos de Estados Unidos votan por los electores que los representarán a ellos. Por eso, las campañas presidenciales estadounidenses se concentran en ganar el voto popular en una combinación de los Estados que opten por una mayorÃa de los electores, en lugar de hacer campaña para ganar el mayor número de votos a nivel nacional.
Cada estado tiene un número de electores igual al número de sus senadores y representantes (diputados) en el Congreso de los Estados Unidos.
Los estados menos poblados tienen tres votos; o cuatro votos, como Nuevo Hampshire, Hawái, Rhode Island, Idaho. Los estados más poblados tienen más votos como Carolina del Norte (15), Georgia y MÃchigan (16 cada uno), Ohio (18), Illinois y Pensilvania (20 cada uno), Nueva York y Florida (29 cada uno), Texas (38) y California (55).
Basta con un número de estados clave y, con excepción de California, Illinois y Nueva York, Trump los ganó todos, acumulando los 270 votos necesarios.
Periodo de incertidumbre
El resultado electoral de EEUU parece más sustentado en la debacle del Partido Demócrata que en los méritos del candidato triunfante. Millones de afroamericanos, de hispanos y de trabajadores, voto tradicionalmente cautivo de los demócratas, se han virado hacia el Partido Republicano, con el agravante de Trump triunfó incluso sobre su propio partido, en cuyas altas esferas él nunca fue aceptado y se hizo toda clase de maniobras para excluirlo. Se ha abierto de esta manera un perÃodo de incertidumbre que trasciende las fronteras y se expande al ámbito internacional. A lo anterior se agrega que Trump no ascendió con un programa definido sino que fue escalando las preferencias del electorado en base a una serie de dichos y consignas, algunas de ellas contradictorias entre sÃ. Por lo tanto, nadie está seguro de qué hará en campos tan delicados como la defensa, la polÃtica exterior, la economÃa, el medio ambiente.
Incierto apoyo legislativo
Para agregar mayor incertidumbre, el resultado de las urnas le ha otorgado al Partido Republicano la mayorÃa en el Senado y la Cámara de Diputados. Como los republicanos no lo acompañaron mayoritariamente, sino que muchos candidatos locales le eran adversos, no hay manera de definir con antelación el real apoyo legislativo que obtendrá Trump. En un paÃs donde las grandes decisiones requieren de la aprobación del Congreso, incluso los nombramientos de decenas de funcionarios de alto rango de la rama ejecutiva. Por lo tanto, cual será el apoyo de su base legislativa es, en vÃsperas de su juramentación, es una gran incógnita.
Además, es común que en EEUU la mayorÃa legislativa en muchos temas no se alcanza siguiendo lÃneas partidarias sino inclinaciones polÃticas (conservadores vs liberales) o particulares intereses regionales o económicos.
Un gabinete rico y temible
Luego de despotricar a todo lo largo de la campaña contra los odiados “big bussines” (las grandes corporaciones), una vez electo Trump ha ido conformando un gabinete de millonarios y ejecutivos afines a Wall Street y los grandes bancos. Como procurador general propone a un enemigo jurado de los inmigrantes, en Salud a un enemigo de la asistencia social, en Educación a una mujer que aboga por la educación privada.
Trump defendió estas selecciones. Según dijo, citado por la agencia italiana ANSA: El presidente electo Donald Trump defendió la elección de parte de su futuro gabinete, integrado por empresarios, al sostener que quiere "personas que hayan hecho fortuna". "Estas personas están cediendo sus fortunas para ganar un dólar al año, y están orgullosos de hacerlo", agregó el magnate neoyorquino (9 de diciembre).
Un gabinete de ricos
Cargo | Fortuna | |
Donald Trump | presidente electo | 3,700 mm |
Betsy DeVos | secretaria de Salud | 5,100 |
Wilbur Ross | secretario de Comercio | 2,500 |
Steven Mnuchin | secretario del Tesoro | 46 |
Ben Carlson | secretario de Vivienda | 26 |
Elaine Chao | secretaria de Transporte | 16.9 |
Jeff Sessions | secretario de Justicia | 7.5 |
Fuentes: PolÃtico, Forbes, Center for Responsive Politics | Univisión
PolÃtica interna
En el plano interno las polÃticas de Trump parecen estar orientadas a recomponer en parte el tejido industrial, devastado por la relocalización de empresas y las nuevas tecnologÃas y a reparar la infraestructura pública, presupuestariamente abandonada desde hace años. El centro de su estrategia radicarÃa en incrementar en dos años la tasa de inversión de capital, para logar recuperar Ãndices de productividad y mejorar la competitividad internacional. Para esto priorizará al sector empresario, reduciendo el impuesto a las ganancias de las corporaciones en 20 puntos, llevándolo al 15 por ciento, y cobrando una tasa por única vez del 10 por ciento para las que repatrÃen las ganancias retenidas en el exterior, calculadas en 2.5 billones de dólares. Desregulará los distintos mercados -incluido el financiero-, flexibilizará las normas de protección ambiental -favoreciendo especialmente al sector petrolero y carbonÃfero.
La sumatoria de un fuerte gasto público y la pérdida de recursos por la reducción de impuestos redundarán en mayor déficit fiscal y en presiones inflacionarias con lo que aumentara la tasa de los bonos, se encarecerá el financiamiento y se hará más costoso atraer inversiones para paÃses como Argentina y Brasil. (Eduardo Lucita, economista argentino).
Si cumple sus promesas…
En el plano internacional su objetivo es el regreso al sueño americano de posguerra, América Primero fue su eje de campaña. Buscará entonces reposicionar a los EEUU en el centro del poder mundial, para lo que podrÃa desplegar iniciativas en múltiples direcciones.
Como primera prioridad ha hablado de renegociar el Tratado de Libre Comercio con Canadá y México (NAFTA), lo que traerÃa serios problemas para este último paÃs ya que el único sector de su economÃa que funciona relativamente bien es el exportador. Se congelarÃan las tratativas por los acuerdos TranspacÃficos (TPP), ya firmados por 11 paÃses de Asia y América del Sur, al que solo le falta ser refrendado por los parlamentos de la mitad de los paÃses firmantes, y Transatlántico (TTIP) con la Unión Europea. Esto puede traer serias controversias con los paÃses involucrados y también con las multinacionales, impulsoras y principales beneficiarias de estos acuerdos liberalizadores del comercio y las inversiones. Si cumple su promesa de subir los impuestos a las importaciones provenientes de China podrÃa desembocar en una guerra comercial entre las principales economÃas del mundo acentuando asà un proteccionismo generalizado y puede exacerbarse la disputa por el control del Mar de la China del Sur, por donde transita el 50 por ciento del comercio mundial.
Si cumple con dar marcha atrás con el descongelamiento de las relaciones con Cuba manteniendo el bloqueo y rompe el acuerdo con Irán; si lleva adelante sus propuestas de que los paÃses integrantes de la OTAN y Corea del Sur paguen por la protección militar que reciben de EEUU, podrÃa bloquear las reformas en la isla y desatar una carrera armamentista en Japón y Corea del Sur, para protegerse de China y en los paÃses de raÃz sunita (Arabia Saudita y otros) para enfrentar a Irán, que podrÃa retomar su programa nuclear con fines bélicos. El mundo árabe tiene sentimientos contradictorios, los paÃses más abiertamente pro-capitalistas ven con buenos ojos a un magnate millonario, pero están recelosos por su relación privilegiada con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y la situación en Siria. Como se comprende se incrementarÃan los riesgos militares en un mundo ya cruzado por numerosas guerras locales y podrÃan debilitarse las relaciones con tradicionales aliados. Si algo faltara se ha manifestado contra la solución dos estados en Palestina.
Finalmente, no hay que olvidar lo que enseña la historia, siendo la más reciente la de Barack Obama, los presidentes de Estados Unidos, lo mismo que otros en el mundo, prometen una cosa en campaña y hacen la contraria tras ser electos, porque hacen lo que pueden, no lo que tal vez se propusieran, aun con las mejores intenciones. Hay poderes superiores a ellos. ADH 808.
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