Los regaños en contra del farisaísmo

Lectura Orante | P. Marcos Plante, msc

Los regaños en contra del farisaísmo  

Léase con atención las siete recriminaciones de Jesús en contra de los maestros de la ley y los fariseos en Mateo 23,13-36.

1º Interpretación:  Son siete las reprimendas que profiere Jesús en contra de los que rechazan el Reino de Dios. Ay de ustedes, que cierran a los demás la puerta del Reino de los cielos. Ay de ustedes, que recorren tierra y mar para convertir a un pagano y, luego, lo hacen merecedor del fuego que no se apaga. Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: -Jurar por el templo no compromete, pero si uno jura por el oro del templo queda comprometido. ¿Qué es más, el oro o el templo que santifica el oro? Ay de ustedes, que pagan el diezmo de la menta y del anís, y descuidan lo más importante de la ley, la justicia, la misericordia y la fe. Ay de ustedes, que limpian por fuera el vaso y el plato, mientras que por dentro siguen llenos de codicia y desenfrenos. Ay de ustedes, que por fuera aparentan ser justos, y por dentro están llenos de hipocresía y de perversidad. Ay de ustedes, que son hijos de quienes mataron a los profetas, pues, completan lo que sus antepasados comenzaron.

Así ustedes se hacen responsables de toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo. Les aseguro que todo esto lo comparte esta generación.

2º Meditación: Aquel día, Jesús no podía soportar más las hipocresías de los que observaban la ley a su modo sin importarles la justicia. Siete “ayes” denunciando las apariencias de honestidad, pues ellos toleraban unas situaciones contrarias a la justicia. El número siete indica que pueden ser muchas esas desviaciones, y ocurren también en el mundo de hoy cuando, en nombre de la religión, se emprenden persecuciones, masacres y descarte de los menesterosos.

En este momento, tomo estas advertencias para mí. No quiero nunca actuar en nombre de la fe y hacer daño a otros seres humanos tan necesitados de cuidado y de comprensión. Primero yo, para no ser hipócrita y guía ciego; más bien, quiero orientar siempre al pueblo en la verdad del Reino de los cielos.

3º Oración: Ellos pusieron a prueba a Dios, se rebelaron contra el Altísimo, no obedecieron sus mandamientos. Se desviaron, pecaron como sus antepasados, se torcieron como un arco engañoso; ofendieron a Dios en los lugares altos, provocaron sus celos dando culto  a los ídolos. Sal 78, 56-58. Señor, te pido misericordia para no caer bajo tus regaños. Te amo, mi Dios. Eres mi refugio y fortaleza en bien de la humanidad.

4º Contemplación: Estoy casi asustado, oyendo a Jesús hablar con tanta vehemencia contra les que observan la ley mosaica a su manera y no según la justicia. Además, pretenden defender la verdad. El discurso de Jesús parece nunca acabar, tantos son los reproches contra aquellos. Jesús, ante todo, reclama la sinceridad y la apertura a los valores del Reino de Dios como son la justicia, la misericordia y la fe. Lo tomo todo para mí, para no caer nunca en esta trampa de aparentar y por dentro ser un sepulcro lleno de huesos podridos. ADH 810