miércoles, 28 de noviembre de 2018

En Antioquía, se emprende la misión

Lectura Orante | P. Marcos Plante, msc 


En Antioquía, se emprende la misión  
Léase este bello texto bíblico de la comunidad de Antioquía que manda Pablo y Bernabé a la misión hacia el mundo conocido en ese tiempo, Hechos 13,2-12.
1º Interpretación del texto:
Un día, mientras la Comunidad celebraba la liturgia del Señor, el Espíritu Santo se les manifestó diciendo: “Sepárenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”. Entre muchos profetas y doctores, se eligió, aparte, a Bernabé y Saulo. Para este evento, toda la Comunidad ayunó y oró a Dios para discernir todo lo que implicaba esta advertencia del Espíritu. Luego se les impuso las manos: un rito muy lleno de significado, pues, con las manos se quería comunicar a Bernabé y Saulo todo el respaldo de la Comunidad. Bello gesto de solidaridad. La misión es asunto de comunidad. Finalmente, los despidieron. Bernabé y Saulo navegaron hacia Chipre, y allí en Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos.
2º Meditación;
Leyendo este episodio, yo revivo mi envío en misión. Mi Comunidad MSC me llamó a mí y a mi compañero Andrés; nos mandó primero a discernir el proyecto misionero, aprendiendo el idioma y analizando la situación política y religiosa del pueblo hacia donde se nos mandaba. Nos encomendamos a la voluntad de Dios, y bajo el soplo del Espíritu Santo emprendimos vuelo en pleno invierno. Ahora bien, la misión es asunto de todo cristiano, a cada cual, según su carisma, se le confía una porción de la misión. Tú mismo desempeñas una tarea en la comunidad cristiana. Averigua cuál es tu disponibilidad. Hazlo siempre conforme al espíritu de la comunidad y encomiéndate al Espíritu Santo de Dios.
3º Oración:
Como palmeras florecen los justos; como cedros del Líbano crecen. Plantados en la casa del Señor, florecen en los atrios de nuestro Dios. Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos para proclamar: “El Señor es justo; él es mi roca, y en él no hay injusticia”. Salmo 92, 12-15. Este salmo describe poéticamente la misión común a cada cristiano. Señor, dame la valentía de brindar mi vida para anunciar tu reino. Que yo esté siempre dispuesto al pequeño sacrificio de gastar algo de mi tiempo y de mi fuerza para que muchos encuentren la dicha, el gozo de compartir la gloria divina.
4º Contemplación:
Me atrevo a introducirme en la Comunidad de Antioquía entre los profetas y doctores que promueven la vida comunitaria. Se les oye recomendar el ayuno y la oración; pues, se trata de discernir cuál es la voluntad de Dios en la encomienda del Espíritu Santo. Se ve la necesidad de que las naciones, tanto como ellos, merezcan conocer el kerigma de Jesús crucificado y resucitado para salud de la humanidad. Terminada la oración se impone las manos sobre la cabeza de Bernabé y Saulo y estos, llenos del soplo del Espíritu salen para su primera misión hacia Chipre. ADH 826

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