Nihil Obstat | Martín Gelabert
Ballester, OP
Sobre el Covid-19: sugerencias e
incongruencias
La responsabilidad es un bien escaso. Si la
población fuera responsable se habrían evitado muchos contagios y
fallecimientos por el covid-19 y otras enfermedades. Hay que tener en cuenta
que los recursos sanitarios son limitados. Por tanto, hay que repartir esos
recursos según las necesidades de la población: infecciones, cánceres,
enfermedades degenerativas, en prevención, tratamiento, rehabilitación,
investigación, personal.
Dicho lo anterior, me hago eco de la sugerencia
que me envía una persona amiga, que conoce bien el mundo de la sanidad.
Comprendo que su propuesta es difícil de realizar, porque, a veces, no es fácil
delimitar responsabilidades. Aún así, creo que vale la pena difundirla.
Reproduzco literalmente del texto que me envía:
“Si una persona o varias tienen conductas de
riesgo, produciendo un daño a la población, actualmente con el covid-19 se les
pone una multa. Pero si son jóvenes, la pagan los padres, y si son insolventes,
… Una cuestión que molesta a los usuarios del sistema sanitario es pagar por la
sanidad, ya que todos pagamos impuestos para tener una sanidad gratuita. Pero,
en el caso de saber que se ha cometido una imprudencia con daño, podrían pagar
un 10% del coste de su estancia hospitalaria (utilizar el mismo porcentaje que
se utilizó años atrás con las recetas) o pagar el coste de las pruebas PCR. Y/o
hacer servicios a la comunidad durante un tiempo determinado, para revertir el
daño producido a esta. Es la mejor forma de ver las consecuencias de la
enfermedad. Podrían ayudar a nuestros celadores, ya que están controlados y
tienen un contacto con los pacientes.
Esto serviría no sólo para la situación actual,
sino para otras prácticas de riesgo. Por ejemplo, tenemos pacientes a los que
se les ha dado tratamiento para la hepatitis C, se han negativizado y han
tenido prácticas de riesgo, con lo que no sólo han vuelto a tener un brote de
hepatitis, sino que se han contagiado con VHI. Estos tratamientos por sí ya son
suficientemente caros. Y si hay que repartir nuestros recursos limitados para
sanidad, ¿en qué utilizamos los presupuestos?”
Y tras la propuesta, algunas preguntas que me
parecen interesantes: ¿Cómo es posible que en la documentación que facilita a
los sanitarios el Ministerio de Sanidad se diga que exactamente no se sabe
cuándo empieza y deja de contagiar el covi-19 y, a la vez, reduzcan los tiempos
de aislamiento? Es decir, se ha comprobado que los 14 días de aislamiento tras
contacto con positivo, disminuyen los contagios. ¿Por qué se han reducido estos
días a 10? Justo en este tiempo, ha habido un aumento de los casos.
Por otra parte, el discurso de nuestro presidente
del gobierno incide en la importancia de tener una vacuna. ¿Por qué? ¿Y si no
es efectiva como ocurrió con la vacuna de la tuberculosis? Que además se
transmite como el covid-19. ¿Y el hoy? ¿Qué hacemos para vivir bien o mejor con
el nuevo virus? Me da la sensación de que el gobierno no está asumiendo
responsabilidades.
¿Por qué hasta ahora no se han pedido PCR a la
gente que entra a nuestro país tanto si es por trabajo, como por ocio? ¿Por qué
en nuestros hospitales y residencias de tercera edad, cuando el personal se ha
incorporado de vacaciones no se ha hecho PCR para ver en qué condiciones se
incorporaban a trabajar? ¿Se han hecho PCR a los profesores antes de empezar
las clases? Teniendo siempre en cuenta que la PCR tiene una efectividad del
70%.
Todas las decisiones que se tomen, tienen
consecuencias. Pero si hay malas consecuencias, éstas no tienen por qué
acarrear otras malas. Por ejemplo, si lo que se ha decidido hasta el momento ha
hecho que suban los casos de contagiados, algo se está haciendo mal. Y no por
eso hay que sugerir que se quiten días libres al personal sanitario. Hasta el
momento, sólo se hizo en plena crisis. Peso se ha vuelto a comentar.
¿Cómo es posible que en los colegios se esté
llevando a rajatabla las distancias sociales y en el transporte público no?
El cuadro que acompaña
al artículo es de Félix Hernández. Publicado www.en dominicos.org
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