Actualidad | Alcedo A. Ramírez
Adviento,
Navidad y Reino de Dios
“Partiendo de esta reflexión presentada anterior al Adviento, debemos poner en
funcionamiento las acciones necesarias para obtener soluciones concretas a los
problemas mencionados, respondiendo como fieles cristianos comprometidos, colaboradores del Reino de Dios, para
su expansión y establecimiento en la Tierra. Este es el momento y el tiempo de
cambios reales y de conversiones permanentes en las vidas de todos los
dominicanos”. Con este párrafo terminamos nuestra entrega del mes de noviembre.
Ahora nos toca enfocarnos en el tiempo de Adviento, para
recordar que estamos de paso en la tierra y que nuestra espera debe ser activa,
a fin de prepararnos bien para el encuentro con Jesucristo, en esta próxima Navidad, mediante la vida
solidaria con nuestro prójimo, como forma de concretar nuestro Amor a Dios.
Esto debemos iniciarlo en el mismo seno de nuestras familias, como células
primarias de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad.
Durante el adviento se nos invita a preparar el camino por
el que Dios llega a nosotros y le recibimos.
Este tiempo fuerte lo debemos emplear para determinar los cambios a
lograr en nuestras vidas, a fin de poder allanar nuestra ruta de encuentro con
Jesucristo, permitiendo que entre a nuestros hogares cristianos, los aliente y
fermente con la levadura que produce el Reino del Padre, para que estas
Familias se conviertan en las portadoras de la Buena Nueva que debemos proclamar en estas Navidades de 2020.
Sin embargo, los problemas y las situaciones acuciantes en
que estamos involucrados pueden entorpecernos en la búsqueda de Dios a la que
estamos convocados, por lo que se hace imprescindible acudir al encuentro de Nuestro Señor Jesucristo en la
oración permanente, la lectura asidua de la Palabra y la practica constante de los
Sacramentos, para que el Señor nos guíe y nos ilumine en este camino de
Conversión y de Salvación que hace presente el Reino de Dios entre nosotros.
En la medida que nos acercamos a la celebración de la navidad, en este adviento tan
difícil y complicado, tenemos que alegrar nuestros corazones pensando que
tenemos un Dios amoroso y cercano,
presente en nuestra Historia Humana, no con rasgos espectaculares y regios,
sino más bien como un Ser humano y divino que ha decidido escoger la Periferia
del Mundo como su morada predilecta, para iniciar en ella el mayor movimiento
redentor y revolucionario que haya conocido la Humanidad.
Al llegar el tiempo de Navidad, debemos reconocer que Dios está con nosotros, que no nos
abandona nunca y que va a ser nuestro compañero de camino en toda la existencia
que tenemos por delante. La Buena
Noticia que esto representa es que el Reino de Dios se ha acercado y está
aquí, con nosotros, sin importar las dificultades, pandemias y sinsabores que
podamos experimentar, para ayudarnos a
construir una Nueva Sociedad, más justa, más alegre, más solidaria, más verdadera
y más familiar.
El Proyecto de Jesús,
el Reino de Dios, representa una transformación
auténtica de toda la Sociedad, orientado hacia el Bien Común, basado en la
Justicia y en el Amor, para poder vivir una verdadera Navidad en nuestras familias, implantando un mundo
posible, más humano y solidario, donde reine el amor, la fraternidad y la paz,
entre todos los hombres. Feliz Navidad
en un encuentro real con Jesucristo, para seguir
construyendo su Reino, entre Nosotros. ADH 851.
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