La Familia | P. Alfredo de la Cruz Baldera
La familia y el fomento de buenas
vocaciones
¿Cuál es el tipo de familia apropiado para el
fomento de buenas vocaciones? Hacer un listado de tipos de familias sería un
error, porque cada familia tiene una historia que sólo ella ha tenido que
recorrer y frente a la realidad de la fe, toda caracterización puede quedar
sesgada. Los caminos de Dios son trazados de manera distinta en cada persona y
lo mismo vale para cada familia. Limitar el surgimiento de vocaciones a un tipo
de familia es limitar el amor infinito de Dios. No obstante, tenemos que
señalar ciertos ambientes familiares que hacen más favorable el crecimiento
vocacional.
Contra la llamada cultura de la muerte, la familia constituye la sede de la cultura de la vida
Las historias vocacionales indican que aquellas
personas llamadas a prestar un servicio a la iglesia como consagrados, tienen
detrás de ellas hechos que les marcaron la vida y de manera muy especial, traen
consigo misma, actitudes, palabras, ejemplos dados por los padres. Quien es
llamado necesita el apoyo incondicional de los progenitores. Es en los padres
donde está el origen de su vida y por tanto debe estar el origen de su
vocación. Familias abiertas a la vida, son las que continúan la obra del
creador (Gen. 9, 7).
San Juan Pablo II en su encíclica Centesimus annus
No. 39, apela por la recuperación de la familia como santuario de la vida:
“Hay que volver a considerar la familia como el
santuario de la vida. En efecto, es sagrada: es el ámbito donde la vida, don de
Dios, puede ser acogida y protegida de manera adecuada contra los múltiples
ataques a que está expuesta, y puede desarrollarse según las exigencias de un
auténtico crecimiento humano. Contra la llamada cultura de la muerte, la
familia constituye la sede de la cultura de la vida”.
Un análisis superficial de la rápida disminución
de las vocaciones al sacerdocio y vida consagrada, no deja fuera la causa del
creciente secularismo y disminución de la tasa de natalidad mundial. Menor
cantidad de niños que nacen, menor es la posibilidad del crecimiento
vocacional. Pero para no ser pesimista, dicho análisis arroja la realidad de la
falta de personal joven en las otras actividades profesionales. En muchos
países hay carencia de profesionales jóvenes, llegando el caso que han tenido
que recurrir a políticas de migración favorable al ingreso de personas jóvenes
para aumentar la posibilidad de crecimiento poblacional.
Segunda entrega de un artículo más extenso del autor, publicado en el semanario católico Camino.
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