Opinión | Arelis Encarnación
Por un protocolo justo y saludable
Hoy martes 5 de enero el Presidente emitió un Decreto en el cual deroga la disposición del cese de actividades de las diferentes iglesias o denominaciones religiosas de todo tipo (Art. 1) y se permite la apertura y celebración de actividades en las diferentes iglesias… (tres veces a la semana, guardando los horarios establecidos para el toque de queda y acatando los protocolos… (Art. 2). Nota de Redacción ADH.
La iglesia católica se
siente especialmente afectada con el cambio de normativa. Este cambio de
horario del toque de queda anula todo el esfuerzo de los feligreses en torno a
la participación activa en las celebraciones litúrgicas.
La nueva normativa del
gobierno a los cristianos católicos nos ha dejado con la boca abierta.
Necesitamos seguir
viéndonos cara a cara, aunque no nos abracemos. En defensa de la iglesia
católica debo decir alto y claro que ha sido un gran error meter en el mismo
saco a los feligreses en comparación con los negocios de entretenimiento o de
expendio de bebidas alcohólicas. No es lo mismo ir a misa que ir a un colmadón;
no tienen igual categoría en ninguna clasificación.
Es hora que nuestros guías
de iglesia hagan frente a esta situación, estamos retrocediendo en lo que hemos
logrado respecto a volver a los templos, hacer vida de iglesia en lo posible,
dentro de las circunstancias como la que estamos viviendo desde el inicio de la
pandemia del coronavirus.
Necesitamos rezar juntos,
encontrarnos; exijamos el derecho a compartir nuestra fe dentro de protocolos
establecidos según los estilos de las entidades, lo hemos hecho y no hay récord
negativo.
Hoy más que nunca la
palabra de Dios es necesaria; nos reconforta, nos guía, nos da paz. El templo
debe permanecer con horarios adecuados, siguiendo las normativas de
distanciamiento social y el uso de mascarillas.
Necesitamos abrazarnos aun
sin tocarnos.
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