lunes, 1 de marzo de 2021

La Doctrina Social de la Iglesia


Doctrina Social | Redacción Amigo del Hogar

 



La Doctrina Social de la Iglesia

 

No hay dudas entre los creyentes sobre el impacto que el anuncio del Evangelio ha de tener en el entorno social. Pero no hay siempre una clara conciencia de la responsabilidad social de los seguidores de Jesús en cuanto a la transformación de la realidad, entendiendo la misión de la comunidad de fe al servicio de las relaciones sociales, para construir un mundo mejor.

 

Cuando la práctica de los creyentes solo afecta positivamente el entorno de los participantes y esto no implica una acción conjunta sobre la realidad que se vive, estamos ante un “divorcio” entre la fe y la vida. Así lo ha declarado muchas veces el pensamiento social que orienta la presencia de los cristianos en el mundo, a la que llamamos la Doctrina Social de la Iglesia.

 

Esta doctrina social no es un tratado o propuesta para organizar las áreas sociales, como la economía y la política, en torno a la Iglesia o a la religión oficial de un lugar. La Doctrina Social de la Iglesia es un conjunto de principios de reflexión de valoración permanente, criterios de juicio y orientaciones para la acción. Desde estos principios los creyentes se hacen presente en el mundo, asumen los compromisos que de su condición se derivan, aporta con su esfuerzo, trabajo, valores y prácticas a organizar la sociedad.

 

En cuanto a la Doctrina Social de la Iglesia, afirmamos que es un patrimonio de enseñanzas que se organizan de manera sistemática, es decir, un cuerpo de enseñanza elaborada en el seno de la Iglesia, como respuesta histórica a los problemas económicos y sociales. Encontramos dicha enseñanza en diversos documentos: encíclicas, exhortaciones apostólicas, radiomensajes, cartas apostólicas, pastorales…

 

Este patrimonio eclesial de pensamiento y acción se ha ido organizando y reorganizando en los últimos años, a partir de la Encíclica Rerum Novarum de León XIII (1891), bajo el nombre de “Enseñanza Social” o “Doctrina Social de la Iglesia”, como un conjunto de principios de reflexión de valoración permanente, criterios de juicio y orientaciones para la acción.

 

La DSI abarca todos los campos en los que se desarrolla la convivencia humana, se extiende objetivamente al entero panorama de las realidades temporales que configuran y condicionan la vida de la persona humana dentro de la sociedad. No es un “plan” de la Iglesia para el mundo, sino la presencia de la Iglesia en el mundo, ofreciendo su sabiduría, su servicio, su compromiso con el mundo, desde las luces con las que el Evangelio ilumina la realidad. La fe será siempre un modo de compromiso con la realidad, para transformarla, hacerla más humana y hacer presente el Reino de Dios.


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