Reflexiones | CARMEN RODAS PÉREZ, mcrodas@hotmail.es
NUEVA PRIMAVERA
Cuando paseo por algún parque, en estos días de
primavera, siento y me emociono con el despertar de la vida: las lilas, los
celindos, los castaños en flor; el canto del mirlo, del herrerillo, del
petirrojo; los largos atardeceres, la luz nítida e intensa de la mañana. Todo
es nuevo, exuberante, vivo. Aunque se repita cada año siempre sorprende,
conmueve e inspira. No me pasa lo mismo con el mundo al que siento gastado y
decadente. El mundo necesita una nueva primavera. Una primavera de nuevos y
fecundos brotes, de cantos y amaneceres que nos despierten; de intensa y clara
luz que nos cure la ceguera.
Necesitamos recuperar las estaciones o
fases de la vida:
· Que nuestros
niños vivan, plenamente, la infancia, sin ser empujados a la precocidad que se
percibe en muchos ambientes.
· Que los jóvenes
se rebelen ante tantos modos y modas perniciosos. Que sean la savia viva que
renueve e impulse una nueva convivencia, un nuevo orden, un nuevo pensar, un
nuevo sentir.
· Que las
personas maduras, sobre las que recae la responsabilidad de la familia, del
trabajo, de la organización social, sean conscientes del importante papel que
se les otorga en esta etapa estelar de la vida.
· Que la vejez
adquiera la dignidad y el prestigio que merece haber recorrido tan largo
camino. Los niños y los jóvenes necesitan tener referentes de hombres y mujeres
maduros y de personas mayores en la culminación de sus vidas.
Necesitamos mirar, con intención de
ver, los problemas de nuestro tiempo, asumiendo, cada uno, nuestra tarea. Nadie
puede excluirse ni considerarse inocente de los males que padecemos.
Necesitamos respetar, reverenciar y
cuidar, con esmero, el entorno natural que nos acoge. Ser ecologistas no es un
esnobismo sino un requisito imprescindible para sostener la vida en nuestro
Planeta Tierra.
Necesitamos fraternizar la economía.
¿Cómo podemos acumular tantos bienes -muchos de ellos superfluos- cuando
millones de seres se ven privados del alimento, la educación, la vivienda y la
sanidad?
Necesitamos darnos cuenta de que
nuestra vida en la Tierra es una estancia corta, sometida al constante devenir
del cambio. Asumida esta certeza, viviríamos intensa y fructíferamente.
Necesitamos mejorar nuestras
relaciones familiares, laborales, vecinales, etc… Urge una política ejercida
con integridad, coherencia y auténtico servicio a los ciudadanos. Por su parte,
los ciudadanos, debemos ser más responsables, más comprometidos y más
exigentes. Se necesita la unión para defender derechos y libertades y un cierto
grado de altruismo para anteponer el bien común al propio.
Necesitamos mejorar la calidad de la
comida, del lenguaje, de los medios de comunicación, del ocio. Tenemos cantidad
de casi todo, pero calidad de muy poco.
Necesitamos transmitir a los niños,
con el ejemplo de nuestras vidas, el respeto a uno mismo, el respeto a los
demás y la responsabilidad de todos nuestros actos. La regla de oro “no hacer a
otro lo que no quieras que te hagan a ti”, debería ser una guía para la
convivencia.
Necesitamos una sociedad de mejores
modales; más estética y más sosegada. Creo que en todos nosotros subyace el
anhelo por lo bueno, lo bello y lo verdadero. ¿A quién interesa fomentar la
violencia, la vulgaridad, la distorsión de la verdad?
Necesitamos valorar y potenciar la
vida. Vida que es una oportunidad, un desafío, un don, un camino, una
tarea, un misterio. Vida que es única e inédita para cada uno de nosotros. ¿Hay
mayor necedad que infravalorarla o malgastarla?
Necesitamos…, necesitamos una nueva
primavera de valores esenciales, salud mental y física, de armonía, de
equilibrio, de agua y aire limpio; de conocimiento profundo de nuestro Ser.
Si después de esta breve reflexión nos hemos
reconocido necesitados y en peligro, ésta puede ser nuestra oportunidad. La
necesidad y el peligro han sido siempre, para el espíritu inquieto e innovador
del ser humano, acicate que agudiza los sentidos y hace aflorar la genialidad
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión
de sus artículos, indicando su procedencia).
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