jueves, 25 de marzo de 2021

Un gran experimento educativo


Educando | Arelis Encarnación/ADH





Un gran experimento 'sin querer queriendo'

 

Cuando no había pandemia, los educadores dominicanos tenían una gran preocupación; se trataba de la necesidad de involucrar a los padres en ayudar a los alumnos en la realización de los deberes en casa. Como madre quiero compartir esta reflexión contigo que me estas leyendo, y quiero invitarte a que accedas amigodelhogar.net. Donde encontraras una gran variedad de temas interesantes.

 

Recuerdo que, en la época de mi niñez, a menudo convocaban por medio de una nota a la reunión de padres de mi escuela.

 

Allí se trataban varios temas y entre ellos el más importante para el plantel se trataba acerca de la continuidad de lo que hacen los maestros con los alumnos en las aulas; tenía necesariamente que ser COMPLEMENTADO por los padres en casa.

 

En estos días se ha estado hablando sobre la educación presencial, semipresencial o seguir como hasta ahora con las clases en líneas, opino que podríamos detenernos a pensar en los actores, el papel de cada uno en el proceso enseñanza – aprendizaje. La experiencia vivida por los padre o tutores y el resultado con los docentes.

 

Desde mi punto de vista creo que sin darnos cuenta hemos hecho un gran experimento. y digo esto porque desde que tengo uso de razón estoy escuchando este planteamiento que hacía Margarita mi maestra de cuarto grado.

 

Ella solía decir que: “Los padres deben involucrarse en el proceso de enseñanza- aprendizaje”, reconocía además que hay padres que no están alfabetizados y hacen un gran trabajo porque se han sumado a colaborar con los profesores dándole seguimiento a los alumnos, recordándole que hay que hacer los deberes y apoyándole en lo que más pueden. En cualquier caso, siempre está el maestro que con sus conocimientos, saben reconocer y conectar con el alumno con situación especial cuál y asi ayudarlo.

 

En las actuales circunstancias vivimos una época diferente, muy atípica en la cual sin querer queriendo los padres o tutores han tenido que asumir ese papel que la escuela pedía, los padres se han enterado que es un gran trabajo, que requiere mucha paciencia además de amor, y para completar se requiere una inversión especial de dinero, herramientas costosas (ordenadores, servicios de datas) y encima pago de matrícula, sienten en ocasiones que están haciendo el trabajo de los maestros y no es verdad ya que lo que en realidad se están  involucrando en el proceso enseñanza-aprendizaje de sus vástagos.

 

Tampoco vino mal, que esto sucediera para bien del escolar. Profesor, padres y alumnos han salido triunfadores, y ahora lo que debemos hacer es preguntarnos ¿qué ha ganado mi hijo con mi acompañamiento en su aprendizaje? O ¿qué he aprendido yo como padre ante este reto? ¿conocí más a mi hijo? ¿Me di cuenta de sus lagunas en el proceso? y para finalizar,

 

¿Cómo veo al profesor después de haber vivido esta experiencia de convertirme en padre y maestro de mis hijos?

 

 

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