Peregrinando a campo traviesa | Manuel Maza s,j
Cambios radicales, antes de que el rey perdiera su cabeza
|
Luis XVI de
Francia fue decapitado el 21 de enero de 1793. Contrariamente a la Inglaterra
de Carlos I, en Francia los grandes cambios ocurrieron antes de que Luis XVI
fuera decapitado. La guerra civil y el régimen de terror vendrían después.
Recorramos
cuatro años. Empecemos por el 1789 de julio a diciembre: cesaron los diezmos y
exacciones que los campesinos debían pagar a párrocos y nobles. Se creó la
Guardia Nacional y los sectores populares parisinos conformaron la Comuna, un
poder paralelo de fuerza y atribuciones crecientes. Todos los bienes de la
Iglesia se pusieron en manos de la generosa nación francesa. Las propiedades
eclesiales se pusieron en venta como respaldo de un inestable papel moneda
revolucionario. Fueron abolidos los privilegios de la nobleza. Se redactó la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Se obligó a la familia
real y la Asamblea a residir en Paris. Allá mismo surgía el club de los
Amigos de la Constitución, luego llamados “Jacobinos”, por el convento donde se
reunían.
En el 1790,
se prohibieron emitir votos religiosos, se reguló toda la vida de la Iglesia,
la elección de obispos y el número de diócesis. Las unidades jurisdiccionales
francesas fueron restructuradas en departamentos. Dato curioso: todavía el 14
julio, 1790, al cumplirse el primer aniversario de la toma de la Bastilla, el
evento se recordó con una misa, presidida por Mons. Talleyrand, un obispo “tan
irregular” que en las caricaturas aparecía asesorado por satanás. Por esos
días, Edmund Burke tronaba contra la revolución de Francia.
Para el
1791, Pío VI condenaba la injerencia revolucionaria en la Iglesia y la Declaración
de los Derechos del Hombre. En junio, fueron abolidos los gremios y días más
tarde, la familia real fracasó en su intento de escapar. En el verano se
sublevó Haití. Francia se convirtió en una monarquía constitucional.
El 1792 trajo
la guerra con Austria, el asalto armado de la Comuna contra la Asamblea, como
si fueran enardecidos seguidores de un presidente americano (entonces, la guardia
suiza fue más eficaz que la policía del Congreso). Francia se declaró una
República, prometió ayuda a quien quisiera deponer tiranos e inició el juicio
de su rey, que ya estaba condenado. Entonces se desató el terror.
Publicado
en:
Listindiario.com.do
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...