sábado, 29 de mayo de 2021

Misión: somos enviados al mundo


Desde la Misión | P. Juan Tomás García, msc






Misión: somos enviados al mundo

 

El Envío Misionero

Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos (Mt 28, 19).  A los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, reunidos en Capítulo General en Roma, al ser recibidos por el Papa Francisco les animó a “volver al primer y único amor”, a mantener los ojos fijos en el Señor Jesucristo para aprender de él a amar con un corazón humano, a buscar y cuidar a las perdidas y heridas, a luchar por la justicia y la solidaridad con los débiles y los pobres, a dar esperanza y  dignidad a los desheredados, a  ir a cualquier lugar donde un ser humano espere  ser acogido y ayudado. Cuando les manda como misioneros al mundo, este es el primer Evangelio que la Iglesia les confía: mostrar en sus personas y con sus obras el amor apasionado y amor tierno de Dios por los pequeños, los últimos, los indefensos, los descartados de la tierra”. (Papa Francisco. Mensaje a los Misioneros del Sagrado Corazón, sábado 16-9-2017, sala Clementina, Ciudad del Vaticano).

 

La Forma de vivir la misión

Cuando Jesús envía a sus discípulos a la misión les instruye sobre la manera de realizarla. Ellos habían compartido un buen tiempo con él y vieron bien el estilo misionero de Jesús. El valor para este mes es recordar esto y hacer lo necesario para vivirlo con alegría y determinación. Somos continuadores de la misión de Jesús, en nuestra realidad y en nuestro contexto concreto. Jesús se había dedicado a anunciar la Buena noticia de Dios a su pueblo con gestos y palabras. Así vivieron los Primeros cristianos su misión, hasta dar la vida por amor como su Maestro. Esta es también hoy nuestra misión. Lo que el Papa Francisco nos dice a los MSC va en esta línea.

 

La Misión de Jesús y de la Iglesia Hoy

La Iglesia, las comunidades cristianas y cada uno de los creyentes en Cristo han de recordar lo que Jesús nos enseña con su vida. Él se apropió la misión de profeta que encontramos en Lucas 4, 16-21. Siente la presencia del Espíritu de Dios en él, quien lo ha ungido para anunciar la Buena Noticia a los pobres, anunciar la liberación de todo tipo de opresión y anunciar el año de la gracia para toda la humanidad… Esa es hoy la tarea de la Iglesia, para eso nos dice Jesús Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos. No nos dice vayan y traigan gente a la Iglesia sino hagan discípulos. Esta es la tarea de toda evangelización, que las personas encuentren a Jesús. Y nosotros vivir de tal manera, que crean en él y lo acojan como salvador.

 

La situación de la Misión evangelizadora Hoy

Los países del llamado primer mundo, han pasado de ser en un casi 100 % católicos a menos de un 10% en nuestros días. Es el caso de Canadá. Australia y los países europeos. La Iglesia no tiene más remedio que poner en venta una gran cantidad de templos. ¿Por qué la gente se ausenta de la Iglesia? Si encontramos respuestas a esta pregunta podremos encontrar caminos misioneros adecuados para retomar la misión con un impulso nuevo, capaz de responder a las expectativas de la gente. A millones de persona no le dice nada la Iglesia y sus prácticas religiosas. Por eso hoy tenemos que encontrar caminos de reencantamiento sostenible de la fe en Jesucristo. Si es verdad que a la Iglesia de Hoy les faltan misioneros, evangelizadores, gente comprometida con su causa, no es menos cierto que nos falta más testimonio.

 

Caminos de renovación misionera

En 1995 Juan Pablo II invitó a la Iglesia a pasar de la conservación a la misión. La misión no se vive de manera estática, esta implica una dinámica de salida, de desplazamiento, un «ir hacia»: un movimiento hacia lo otro, una penetración en la sociedad. Lo subrayan los evangelios vayan por todo el mundo (Marcos 16,15); Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos (Mateo 28,19) Serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea… (Hechos 1,8). La misión exige descentramiento, salida, desinstalación. Nuestra misión nos está pidiendo cada día con más urgencia pasar de una pastoral ligada al territorio (parroquia), centrada sobre todo en la liturgia, la catequesis y la acción caritativa, a una pastoral evangelizadora más decidida y misionera.

 

Finalmente, recordemos que la misión es de todos. Toda comunidad constituida es siempre enviada, llamada a ser signo de salvación más allá de sus límites. La misión es propiamente expansión de lo que vive la comunidad cristiana. Nuestra manera de vivir la fe es ya una misión pero tenemos que ir más allá y organizarnos para tener una presencia positiva en nuestro mundo. En adelante será cada vez más importante que nunca la creatividad, la obediencia al Evangelio que es quien pone vida en la Iglesia, introduce el Espíritu, abre caminos, alienta a buscar salidas nuevas a situaciones nuevas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...