jueves, 13 de mayo de 2021

¿Por qué las divisiones en muchas familias?


Familia Hoy | P. Arturo Pichardo Díaz, msc





¿Por qué las divisiones en muchas familias?

 

San Lucas nos dice en su Evangelio que “En adelante en una familia de cinco habrá división: tres contra dos, dos contra tres. Se opondrán padre a hijo e hijo a padre, madre a hija e hija a madre, suegra a nuera y nuera a suegra”, Lc 12, 52-53.

 

Las mismas son provocadas en muchos casos por la dureza de corazón, la terquedad, los caprichos de alguien o de algunos de los miembros de una familia

 

Suena fuerte este pasaje de las Sagradas Escrituras, no parece que sea el ideal, pero este texto tiene una gran actualidad. Con frecuencia encontramos su cumplimiento en muchas situaciones de la vida real de muchas familias. Ciertamente, el mensaje de Jesús causó divisiones en aquel tiempo y en nuestros días. Esto ocurre porque la Buena Nueva de Jesús no debe dejar a nadie imparcial, es preciso hacer opciones frente a su Palabra de Vida, a su Buena Noticia. En realidad Jesús no quiere estas divisiones. Las mismas son provocadas en muchos casos por la dureza de corazón, la terquedad, los caprichos de alguien o de algunos de los miembros de una familia. San Pablo diría que esto ocurre por dejarse llevar de los bajos instintos o de la carne y no por los criterios del espíritu: Gal 5, 16-23.

 

Existen muchos factores que influyen en las divisiones familiares: religiosos, políticos, económicos. Como factores religiosos podemos identificar aquellos que vienen como consecuencia de la proliferación de las sectas, en las cuales, la separación es parte de su esencia. Pero no sólo las sectas,  sino también de diversos grupos a los que el otrora Papa Benedicto XVI llamaba “comunidades eclesiales”, a las que llamaba así porque ni siquiera merecen ser nombradas iglesias.


En ocasiones ocurre que alguna que otra persona miembro de una familia va a parar a uno de esos grupos y quiere arrastrar a los demás miembros de la familia, rompiendo la tradición familiar y los valores aprendidos “desde Dios”, como decían nuestros antepasados. Aquí se impone el respeto, la tolerancia, la misericordia, para que estos factores no sean causa de división familiar.

 

En nuestro país son bien conocidas las divisiones que provoca la política, sobre todo en tiempos de campaña electoral, en donde los miembros de familias hasta de políticos famosos se dividen, surgen discordias y enemistades.

 

En cuanto a lo económico, ni hablar, sabemos de familias que tienen serios problemas en materia de repartición o administración de bienes de sucesión o herencias, como mejor se las conoce. Hay que cuidar que el egoísmo, la ambición y la malicia no sean causa de estas divisiones.



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