Cultura y Vida |
Sofía Lobos/Ciudad del Vaticano
Dos
claves para el deporte
El
Papa destaca dos claves básicas en el deporte:
trabajo
en equipo y disciplina
El Santo Padre recibió en
el Vaticano a la Federación Italiana de Baloncesto y animó a los jugadores a
perseverar en dos claves fundamentales para todo deportista: el trabajo en
equipo y la disciplina "que no nos convierte en rígidos" sino en
responsables. Dos aspectos que según el Papa también se pueden aplicar en la
vida espiritual: "Sin un entrenamiento interior la fe corre el riesgo de
extinguirse".
El lunes 31 de mayo el Papa
Francisco recibió en audiencia en el Vaticano a la Federación Italiana de
Baloncesco. En su discurso el Santo Padre profundizó sobre la relación entre la
Iglesia y el mundo del deporte puntualizando que este vínculo siempre "se
ha cultivado con la conciencia de que ambos, de diferentes maneras, están al
servicio del crecimiento integral de la persona y pueden ofrecer una preciosa
contribución a nuestra sociedad".
La importancia del trabajo
en equipo
Asimismo, el Papa destacó
dos aspectos fundamentales de la actividad deportiva: por un lado el trabajo en
equipo y por otro la disciplina.
La primera es el trabajo en
equipo. Hay algunos deportes que se denominan «individuales»; sin embargo, el
deporte siempre ayuda a poner en contacto a las personas, a crear relaciones
incluso entre personas diferentes, a menudo desconocidas, que, a pesar de
proceder de entornos distintos, se unen y luchan por un objetivo común. Son dos
cosas importantes: estar unidos y tener un objetivo
En este sentido, Francisco
afirmó que el deporte "es una medicina para el individualismo de nuestras
sociedades, que a menudo genera un 'yo aislado y triste', haciéndonos incapaces
de jugar en equipo y de cultivar la pasión por algún buen ideal".
La disciplina nos hace
responsables
El segundo aspecto que
subrayó el Santo Padre fue la actitud de disciplina que caracteriza al
deportista.
Muchos jóvenes y adultos
que se apasionan por el deporte y siguen a los deportistas animándolos, a veces
no se imaginan todo el trabajo y el entrenamiento que conlleva una competición.
Y esto requiere mucha disciplina, no sólo física, sino también interior:
ejercicio físico, constancia, atención a una vida ordenada en horarios y
alimentación, descanso alternado con la fatiga del entrenamiento
Esta disciplina- añadió
Francisco- es una escuela de formación y educación, especialmente para niños y
jóvenes: "Les ayuda a comprender lo importante que es -y perdonen que cite
a San Ignacio de Loyola- aprender a poner la vida en orden".
Por otra parte, el Papa
indicó que esta disciplina "no pretende hacernos rígidos, sino hacernos
responsables de nosotros mismos, de las cosas que se nos confían, de los demás,
de la vida en general".
Sin entrenamiento interior
la fe podría extinguirse
Algo que según el Santo
Padre, también ayuda a la vida espiritual "que no puede dejarse sólo en
manos de las emociones, ni puede vivirse en fases alternas, sólo cuando me
apetece" ya que "necesita también una disciplina interior hecha de
fidelidad, constancia y compromiso diario con la oración".
Sin un entrenamiento
interior constante, la fe corre el riesgo de extinguirse
Centrándose concretamente
en el baloncesto, Francisco señaló que esta actividad "te eleva hacia el
cielo porque (como decía un antiguo jugador famoso) es un deporte que mira
hacia arriba, hacia la canasta y, por lo tanto, es un verdadero reto para todos
aquellos que están acostumbrados a vivir con la vista siempre en el suelo".
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