sábado, 19 de junio de 2021

Reflexión sobre la muerte

Fe y Vida | Sandy Yanilda Fermín


Homenaje sentido a dos miembros de comunidades y a las víctimas de la Pandemia y otros males, unidos a las familias afectadas en duelo, de nuestra comunidad


Recientemente fallecieron dos padres de familia cercanos. En la imagen están: León de la Cruz Brito de la Parroquia de Cristo Rey, y a la derecha, Richard Pichardo, rodeado de su familia, de la parroquia Santísimo Sacramento, Ciudad Satélite.


Reflexión sobre la muerte

 

La muerte es un sueño tan natural como lo es la miel de un panal.

La muerte es una visita anunciada que nos llega de manera inesperada.

La muerte es un llamado a la plenitud para seguir la Luz.

La muerte es angelical cuando viene de Jesús, el inmortal.

La muerte es encontrar con mirada de Fe, a un Dios que desde el Cielo nos ve.

 

La llamada del señor al Cielo la entendemos cuando rumores de Ángeles comunican su anhelo. La muerte es un designio a la fe, a creer en Dios, en su Hijo Salvador. La muerte nos deja sin aliento, pero el Espíritu Santo nos revela su desacierto. La muerte es la presencia de Dios desde lo alto.

 

Imploremos consuelo y fortaleza para todas las familias, que lo necesitan tanto...

Es la tranquila paz (Is 65, 25) una paloma blanca,

una suave brisa, si se acerca la muerte a toda prisa.

En busca de almas, en busca de Ángeles,

Dios los llama a disfrutar el Paraíso (Lc 23, 43), porque Él así lo quiso.


La tristeza nos invade, el sabor amargo de la ausencia,

Dios con todo cariño conforta nuestra impaciencia.

Dios es nuestra fortaleza en el largo caminar,

con todo el ímpetu de tu Espíritu, el Señor nos guiará.

 

Nos vamos hacia la Eternidad, vencida ya la muerte. Las lágrimas como gotas de lluvia, llegan a nuestros ojos; lágrimas del dolor de Jesús nos inspiran y le damos Sentido a la hora triste ante la Cruz (Hb 12, 2).

Gracias por ser amigo de los que llamas a la hora de su muerte; gracias por esa llamada, gracias por esa Mirada.

Gracias por tocar a su puerta (Apoc 3, 20) a la hora de la muerte, gracias por hablar de una morada que habitaremos, de un Reino de Vida y Eterno.

 

A la hora de llamarnos a tu presencia Señor, que nosotros podamos ver tu mirada y no tener miedo, sino descubrir ese tesoro escondido (Mt 13, 44-52) que eres Tú y nos tiene un lugar junto a ti, en el Cielo.

 

Dedicatoria

A: León de la Cruz Brito y Richard Pichardo

Eran familiares de hermanas de nuestra Comunidad. Ellos fueron padres, esposos, hermanos, hijos, que dejaron a sus esposas, a sus hijos, a sus parientes cercanos, para encontrarse con el Señor. Sus sonrisas y alegrías, sus familias las recordaran por siempre. Nos unimos a esta esperanza y a esta paz y fuerza que Dios ha brindado a estas familias para aceptar su paso a la vida definitiva.

 

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