Adultos Mayores y redes sociales

Cultura y Vida | Redacción ADH

Adultos Mayores y las redes sociales

 

La pandemia ha hecho surgir muchas interrogantes acerca de cómo viviremos después de esta crisis global. Ya hemos comenzado a percibir ciertos cambios y muchos se atreven a pronosticar el estilo de vida pospandemia. Un dato que recogemos por simple observación significa un cambio en una generación importante: los adultos mayores. Nos referimos a su comportamiento en relación a las redes sociales. Hasta la llegada del coronavirus esta generación de adultos mayores parecía tener miedo a la tecnología, ahora se les encuentra usando dispositivos electrónicos, como la Tablet, el celular o la computadora.

 

Toman conciencia, aunque no las usen directamente, que las redes sociales en este momento significan una manera de mantener el vínculo social

 

Según se constata, las cosas han cambiado. La alfabetización digital en adultos mayores avanzó rápidamente, empujados por la pandemia. Esta nueva realidad es muy positiva, en cuanto a través de las redes sociales, el uso del internet y acceso a celulares o computadoras, impide que los adultos mayores sean víctimas del aislamiento social.

 

Todavía un buen porcentaje de adultos mayores le teme al contacto con el monitor o se muestra no capaz de descifrar el manejo de un celular. Sin embargo, toman conciencia, aunque no las usen directamente, que las redes sociales en este momento significan una manera de mantener el vínculo social. Muchos adultos mayores participan en jornadas de conversaciones o formación mediante las plataformas digitales como Zoom o Meet, para comunicarse con comunidades familiares, sociales o religiosas.

 

En muchos ambientes se está facilitando el aprendizaje para ellos, a fin de que puedan acceder a muchos espacios no solo de convivencia o entretenimiento mediante la red, sino también a usar la tecnología para asuntos tan delicados como la salud personal, la seguridad y el mantener contacto con familiares cercanos que están lejos. Esto contribuye a no dejar extenderse mucho la brecha tecnológica entre las generaciones, tanto en el aprendizaje como en el uso. El aislamiento o la soledad no son buenas maneras de sentirse sanos o productivos.

 

Sin dejar de reconocer que en el acceso a las nuevas tecnologías están por medio las condiciones socioeconómicas de los ciudadanos y ciudadanas, sí es bueno resaltar las iniciativas, los esfuerzos que se han hecho para mantener el contacto y no convertir la distancia física en una separación emocional y afectiva. A mayores contratiempos para acercarnos, mayores esfuerzos para llamarnos, felicitarnos, acompañarnos en las situaciones amables o dolorosas, ya no solo por el teléfono fijo, sino por medios digitales, audiovisuales que nos permiten sentirnos más cerca, escucharnos y mirarnos, aunque sea a través de la pantalla.

 

El desafío será conseguir mayor acceso de los adultos mayores a los nuevos dispositivos, de tal manera que puedan participar en diferentes escenarios de la vida familiar y social. Especialmente los más accesibles por su costo o facilidad de manejo para los iniciados. Se trata de ampliar la posibilidad de comunicarse y compartir, de estrechar lazos cercanos con familiares y amistades. Una realidad que de hecho, sufren muchos adultos mayores, pero que esta pandemia puede profundizar aún más e impedir su interacción social y su disfrute del intercambio con su entorno.