miércoles, 21 de julio de 2021

No necesitamos


Reflexión | Sor Laidys Peguero Rodríguez, HCCS



No necesitamos

 

No necesitamos PERSONAS que rezan y agradecen a Dios tan solo cuando los éxitos y la vida le sonríen.

 

Necesitamos personas que oran, agradecen y alaban a Dios en medio del dolor, la desesperación y los problemas de la vida; personas que hagan de su día a día una acción de gracias a Dios, que saben hacer oración la vida y su vida es una continua oración al Señor.

 

No necesitamos AMIGOS que de vez en cuando se acercan a nosotros, solo porque su intereses, con esa cercanía se verán de alguna manera beneficiados.

 

Necesitamos amigos que estén allí para amarnos, aceptarnos, consolarnos, corregirnos y empujar nuestros límites, aunque en el momento no entendamos lo que hacen por nosotros.

 

No necesitamos NIÑOS envueltos en una burbuja tecnológica o materialista, donde todos sus deseos y caprichos sean cumplidos.

 

Necesitamos niños realmente felices que cuentan con el amor y ejemplo de sus padres, que disfrutan de la belleza, unidad, perdón y comprensión en la familia; niños que tengan como buen amigo a Jesús, para ir hacia él (Mt 19, 13-14) y como ejemplo a seguir las virtudes de nuestra Madre María y de San José, siendo siempre sabios y obedientes (Lc 2, 51-52)

 

No necesitamos JOVENES encerrados en sus redes sociales o videojuegos, que no son capaces de ver el dolor del mundo, ni mucho menos el de su propia familia, el dolor de aquellos que tienen más cerca.

 

Necesitamos jóvenes conectados en humanidad, amor, responsabilidad y comprometidos con ser luz del mundo y sal de la tierra (Mt 5, 13-16), realizando acciones concretas a favor de otros, sean quienes sean y estén donde estén; jóvenes con visión de futuro, con proyectos y sueños por los cuales luchar.

 

En fin, No necesitamos ADULTOS amargados, dominados por la queja, la envidia y el deseo de poder.

 

Necesitamos adultos auténticos, que estén firmes en la fe (2 Tesalonicenses 1, 4.) aún en medio de las tormentas y dificultades más fuertes; adultos llenos de amor que con sus palabras y acciones llevan esperanza y vida a todos los ambientes donde están, que impregnan del buen olor de Cristo (2 Cor 2, 15-16) su vida y la de quienes le rodean.

 

¿Y tú qué necesitas hoy?, ¿a quiénes necesitas a tu lado? o ¿qué ejemplos debes recrear en tu vida para ser la persona que otros necesitan, desde la etapa de la vida donde te encuentras: niñez, adolescencia, juventud o adultez? 


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