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"Diez claves para transformar tu familia"
por la Youtuber Hermana Glenda
La cantautora
de música católica contemporánea hermana Glenda, es una de las Youtubers
católicas más influyentes de la actualidad. En su canal de YouTube cuenta con 765.000
suscriptores.
Licenciada en
Psicología por la Universidad Pontificia de Salamanca, uno de sus videos más
populares es el titulado: "Diez claves para transformar tu
familia", un video en el que relaciona la psicología y la fe. Lo que
pretende la hermana Glenda con él, es configurar familias fuertes y sanas.
1. Los espacios
El primer
granito de mostaza que propone es salvar los propios espacios de la familia.
Afirma por ejemplo que en la cabecera de la mesa no solo debe ser ocupado por
el padre, sino también la madre. Además, dice que para enseñar a los hijos a no
competir por los primeros puestos como enseña Jesús en el Evangelio es positivo
que roten por distintos sitios en la mesa. También propone otros espacios
individuales que deben respetarse en el propio hogar.
2. Las normas
La normas
familiares son pautas que regula a una familia, como por ejemplo dar los buenos
días o las buenas noches. Pero tanto las normas explícitas como implícitas hay
que revisarlas para que sean normas justas y no abusivas ni rígidas. Una norma
abusiva sería por ejemplo que las madres o hijas sirvieran a los varones en sus
casas. O bien, el horario que los adolescentes deben regresar a casa, que sea
flexible si hay una fiesta o una celebración. "Jesús también se saltó la
norma de los sábados para curar a los enfermos", afirma.
3. Los límites
Cada miembros
de la familia puede pertenecer a un subsistema donde aprende ciertas
habilidades. Cuando un hermano mayor se pasa de la raya con el hermano pequeño,
se le debe frenar porque la autoridad solo la ejerce los padres. Tampoco los
límites deben ser rígidos. También aclara que las madres no pueden tratar a sus
hijos varones como un sustituto del marido, ni padres que sean tan amigos de
sus hijas que parezcan sus novias.
4. Desligamiento
El núcleo de
las madres con los hijos pequeños puede ser tan intenso que tiende a desligare
o a descartar al padre. O por ejemplo, si los padres se ven demasiado afectados
con las peleas de sus hijos. Por eso las familias no deben ser demasiado
aglutinadas con el fin de que los niños crean con independencia. Tampoco es
bueno que los padres vivan tan despegados de sus hijos, porque los niños
necesitan su apoyo para crear vínculos sanos. "Jesús creo un sistema
grupal aglutinado pero no tanto que impidiera el crecimiento personal de cada uno",
dice la religiosa.
5. El espacio de los esposos
El quinto
punto del que habla es el espacio personal del matrimonio, un tiempo dedicado a
para ellos para que vuelvan a conectarse como pareja, independientemente de sus
hijos.
6. Liderazgo y autoridad
Dos virtudes
esenciales en los padres, que deben constituir un equipo directivo para la
familia, apoyándose mutuamente. No es bueno que el padre o la madre ejerza solo
la autoridad. Y estas virtudes no deben convertir a los padres en ser padres
demasiado amigos de sus hijos, pero no significa tampoco que sea un equipo
autoritario y rígido.
7. El espacio de los hermanos
Muy importante
también porque es un espacio en el que los niños aprenden a ser amigos,
enemigos, aliados, aprenden a apoyarse, a competir, a negociar. Es importante
que los padres les dejen este espacio a sus hijos y no intervenir en exceso
para ellos puedan ejercer su derecho a la privacidad. "Jesús también
dejaba espacio a sus discípulos para que tuvieran sus propias iniciativas y
conflictos", dice la hermana Glenda.
8. Roles y Status
También hay
que estar atentos a que los cónyuges sean un verdadero equipo directivo y no se
conviertan alguno de ellos en un hijo más, ni que los hijos se conviertan en
maridos o esposas. A veces, por ejemplo, se suele dar mucha responsabilidad al
hermano mayor y se le priva de algunos derechos de independencia. O los padres,
sin darse cuenta, valoran más a un hermano que a otro.
9. Expectativas personales y familiares
En este punto
se juega mucho la sinceridad y la humildad. "Si esperas que tu esposa sea
más cariñosa cuando llegas a casa, pídeselo, y si esperas que tu marido te
preste más atención, también pídeselo, sin dramas, con humildad", señala
la hermana. También hay que escuchar a los hijos, lo que esperan los padres de
ellos y viceversa.
10. Castigos y premios
Por último la
hermana Glenda habla de castigos y premios de toda la familia. "Hay
familias que premian con la atención de los hijos más comunicativos y no
escuchan a los menos comunicativos. Otras familias solo premian con cosas
materiales y no con caricias, algo mucho más importante", concluye.
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