Valores | P. Fernando Pascual, LC/Catholic.net
Pero si cuesta tan poco...
Lo que
pensamos respecto de otros, vale perfectamente para nosotros mismos.
A veces nos sorprende ver que alguien no llama por teléfono a sus padres
ancianos, o no recoge un papel en el suelo junto a su escritorio, o no cede su
puesto a quien en el tren da señales de cansancio y necesita ayuda.
Por dentro
pensamos: cuesta tan poco esa llamada, ese gesto de atención a la limpieza, ese
detalle ante un necesitado.
Lo que
pensamos respecto de otros, vale perfectamente para nosotros mismos. Muchas
veces tenemos que reconocer que nos costaba muy poco leer por segunda vez un
mensaje antes de enviarlo con errores importantes...
Al mismo
tiempo que dejamos de lado asuntos y acciones que cuestan muy poco esfuerzo,
emprendemos otras que implican tiempo y energía. ¿Por qué? Porque nos interesa
conservar la forma, o porque nos entusiasma ese deporte, o simplemente porque
parece que cuesta menos lo que hacemos por gusto.
Lo que hacemos
y lo que dejamos de hacer depende, ciertamente, de cómo vemos lo que cuesta o
no cuesta realizar ciertos actos. Pero, sobre todo, depende de la cantidad de
amor y de ilusiones que ponemos en cada asunto.
Por eso, no
hacemos cosas que no cuestan casi nada simplemente porque no nos interesan o
porque no descubrimos su valor. Y hacemos cosas que incluso cuestan mucho
porque creemos que con ellas mejora nuestra vida y alcanzamos metas que
consideramos valiosas.
En algunos
momentos de la vida necesitamos breves pausas para darnos cuenta de qué hacemos
o qué no hacemos, y cómo orientar mejor nuestras decisiones y nuestro tiempo.
Entonces
empezaremos a hacer cosas que cuestan muy poco, pero que ayudan a mejorar las
relaciones en familia, a tener más limpia la oficina, o simplemente a dar
ánimos a alguien que encontramos con un rostro cansado y que necesita apoyo en
este momento concreto de su vida…
Publicado por Catholic.net:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...