lunes, 25 de octubre de 2021

El sueño de Dios es que vivamos erguidos


Reflexión | Ianire Angulo Ordorika/VN

 


El sueño de Dios es que vivamos erguidos


Evangelio: Lucas 13,10-17

Un sábado enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar. Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». Le impuso las manos y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.


Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente: «Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los sábados». Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo: «Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?».


A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.

 

Comentario

En nuestro mundo hay muchas personas que se encuentran «encorvadas», como la protagonista del evangelio de hoy, por el peso de miedos, expectativas, situaciones de opresión, pobreza o sufrimiento, de heridas en la propia historia… Dios nos sueña erguidos, adquiriendo la plena talla humana que está aún sin desplegar. Si la misión de Jesús es poner en pie a quienes andan encorvados, como a esta mujer, quienes le seguimos también hemos de colaborar en esta tarea, primero con nosotros mismos y luego con los demás.


Publicado por Vida Nueva


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