Vida Religiosa | Aica
Mons. Mestre: "Conversión es dejar que Dios entre en nuestra vida"
En
este segundo domingo de adviento, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel
Antonio Mestre, invitó a reflexionar en este mensaje de salvación y conversión
en tres puntitos: "asumir a Dios en nuestra historia", "quitar
los obstáculos para la conversión", y ser voz que grita que "la
salvación es para todos".
Dios
en nuestra historia
El
obispo comenzó diciendo: “Dios se da a conocer en la historia, en una historia
puntual y concreta con personas y acontecimientos. Así es como se revela Dios
ayer, hoy y siempre. Su presencia no es atemporal sino profundamente encarnada
en las realidades terrenas e históricas”.
Por
eso, invitó a preguntarse “dónde la Palabra de Dios o el Dios que es Palabra se
está revelando como lo hizo con Juan Bautista en el tiempo histórico que nos
describe el Evangelio”. Y llamó a no ser “espiritualista” y no vivir la fe
desconectada de la historia.
Conversión
preparando el camino
En
según lugar, resaltó que “la Palabra invita a la conversión de nuestros
pecados. Esto consiste en un cambio de mentalidad integral, un cambio de
corazón, un girar en 180 grados para ser fieles a los mandamientos de la
Alianza”.
Sin
embargo, aclaró que “todo esto será posible si el Señor tiene la primacía en
nuestro corazón. Él está viniendo a nuestra vida y reclama de nosotros quitar
todo obstáculo y facilitar este encuentro”
En
ese sentido, señaló: “Allanar senderos, rellenar valles, aplanar montañas y
colinas, enderezar senderos y nivelar caminos desparejos es quitar todo
obstáculo al Dios que viene a nuestro encuentro”
Y
profundizó: “Conversión no es cambiar algo de nuestra moralidad sino darle
lugar a Dios que entra en nuestra vida. Entra en nuestra vida para que con su
poder podamos convertir todo lo que no sea camino de fidelidad a la Alianza”.
Una
voz que grita la salvación de Dios
Para
finalizar, explicó que “Juan es la voz que grita en el desierto, se repetirá
también el domingo que viene”.
En
cuanto a esto, exhortó: “Nosotros debemos ser hoy esa voz que grita en el
desierto de nuestro mundo. Anunciamos la conversión y la preparación del
camino, pero por sobre todas las cosas gritamos que todos verán la salvación de
Dios”.
Por
último, destaca que el Evangelio insiste en que “la salvación es para todos” y
detalló que “la expresión literal en griego es más enfática todavía: ‘Toda
carne verá la salvación de Dios’”.
En ese sentido, invitó a ser “inclusivos en este don de la salvación y concluyó: “Asumamos este grito y gritemos sin miedo la salvación que viene de Dios para toda la humanidad”.
Publicado
por Aica
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