Papa Francisco | Vatican News
El Papa: en la caridad no hacerse indispensables, sino formar
a los colaboradores
“Que
no los necesiten más” de ser el objetivo final de quienes lleven a cabo
iniciativas como aquella de la Fundación Marcello Candia, que apoya a las
comunidades locales y a los misioneros en sus iniciativas con los enfermos, los
leprosos y las personas en diversas situaciones de necesidad. Es “una regla
sabia” el no atar a las personas y a los trabajos a sí, sino “formar a los
colaboradores” asegurando la “estabilidad y continuidad” de la obra.
Con
alegría el Papa Francisco recibió en la mañana de este 8 de abril a los
miembros de la Fundación Marcello Candia, que se ocupa principalmente de
promover iniciativas en favor de los leprosos, los niños, los enfermos y los
pobres de Brasil, con especial referencia a la región amazónica y las regiones
del noreste, consideradas las más pobres del país.
Bien
insertados en las realidades locales
Fundada
en el año 1982, la fundación lleva a cabo su labor con el método y estilo – tal
como hizo presente el Papa en su saludo - indicados por San Pablo VI a su
fundador. Pensando que pueden ser beneficiosas para todos los que dirigen obras
similares”, Francisco quiso retomar dichas indicaciones en su saludo.
En
primer lugar, Pablo VI dijo a Candia: "Si construyes un hospital en
Brasil, que sea brasileño...". Es decir, bien insertado en la realidad
local, implicando a la gente del lugar... ¡Aunque quizá le haya puesto un poco
de estilo milanés! "Tengan la precaución -continuó- de evitar cualquier
tipo de paternalismo, no imponga sus ideas a los demás, incluso con buenas
intenciones".
Como
empresario, comentó el Papa, Candia estaba acostumbrado a tomar las decisiones
por sí mismo, así que tuvo que aprender a dirigir las cosas de otra manera. Es
“una regla general de la caridad”, afirmó, el “trabajar con las personas
destinatarias del servicio”.
Formar
a los colaboradores, no atar a las personas
El
objetivo final indicado por Pablo VI y recordado por Francisco es “que no los
necesiten más”: cuando se den cuenta de que el Hospital camina solo, entonces
"habrán hecho una verdadera obra de solidaridad humana". Es “una
regla sabia” el no atar a las personas y a los trabajos así, el no hacerse
indispensables, sino “formar a los colaboradores” asegurando la “estabilidad y
continuidad” de la obra.
Esto
es sabio, ¿eh? Pero muchas veces aquí, incluso nosotros en la Iglesia,
encontramos personas de valor, sacerdotes, obispos, pero creen que la historia
de la salvación pasa por ellos, que son necesarios... Nadie, nadie es
absolutamente necesario. Es necesario para hacer lo que tiene que hacer, y
luego, que la historia, Dios dirá si continúo, si viene otro.
La
mayor parte del dinero vaya a la gente
De
hecho, hizo presente el Papa, la Fundación por sí misma no dirige las obras,
sino que apoya a las comunidades locales y a los misioneros en sus iniciativas
con los enfermos, los leprosos y las personas en diversas situaciones de
necesidad. Y otro mérito que tiene es que los gastos de mantenimiento de la
Fundación son mínimos, casi todo se destina a las obras en Brasil.
Y
eso es muy importante, porque hay organizaciones y asociaciones que trabajan
para hacer el bien, pero tienen una estructura de personas, de cosas que -no
exagero- la mitad o el 60% van a pagar sueldos. No, eso no es bueno. El mínimo,
para que la mayor parte del dinero vaya a parar a la gente. Esto es importante:
manténgalo.
Por
todo ello los animó a seguir adelante con el espíritu y el estilo del Venerable
Marcello Candia, y al darles su bendición, pidió llevarla a todos los que
colaboran tanto en Italia como en Brasil.
Publicado
por Vatican News
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