Papa Francisco | Mercedes de la Torre/AP
Papa Francisco: La tarea del confesor es perdonar, no torturar
El
Papa Francisco explicó este 7 de abril que “la tarea del confesor es perdonar,
no torturar”.
Al
recibir en el Vaticano a la Comunidad del Pontificio Instituto Teutónico de
Santa María del Alma de Roma, el Santo Padre exhortó a los presbíteros a ser
“ministros del Sacramento de la Penitencia”.
“Esto
es importante: la tarea del confesor es perdonar, no torturar. Sean
misericordiosos, sean grandes perdonadores, así los quiere la Iglesia”, señaló
el Papa.
En
esta línea, el Pontífice se refirió a la importancia de fomentar la concordia y
la reconciliación y describió que “esto significa dedicar tiempo a escuchar las
confesiones, y hacerlo bien, con amor, con sabiduría y con mucha misericordia”.
Además,
el Papa recordó que además de administrar el Sacramento de la Reconciliación,
este ministerio incluye también “la predicación, la catequesis, el
acompañamiento espiritual; y requiere, ante todo -como siempre- el testimonio”.
“Para
ser un buen servidor del perdón de Cristo, el sacerdote debe saber perdonar a
los demás; debe ser misericordioso en sus relaciones, ser un hombre de paz, de
comunión. Que la Virgen los ayude en esto”, dijo el Santo Padre.
Papa
Adriano VI
El
motivo de esta audiencia con el Papa fue el 50 aniversario de elección del Papa
Adriano VI, el penúltimo Pontífice procedente del mundo germánico que está
enterrado en la iglesia de Santa Maria dell’Anima al centro de Roma.
Sobre
el breve Pontificado de Adriano VI, que duró poco más de un año, el Santo Padre
destacó que buscó “sobretodo la reconciliación en la Iglesia y en el mundo” por
lo que envió a Mons. Francesco Chiericati como Nuncio a la Dieta de Núremberg
para “reconciliar a Lutero y sus seguidores con la Iglesia y pedir expresamente
perdón por los pecados de los prelados de la Curia Romana”.
“¡Valiente!
¡Tendría mucho trabajo hoy!”, añadió el Papa.
Luego,
el Santo Padre subrayó sobre el Papa Adriano VI que “en el ámbito político,
superando muchas resistencias, se esforzó por llegar a un entendimiento entre
las dos potencias vecinas, el rey Francisco I de Francia y el emperador Carlos
V de Habsburgo, también para que juntos pudieran frenar los cada vez más
amenazadores designios de conquista del ejército otomano”. “Lamentablemente, el
Papa Adriano, debido a su prematura muerte, no pudo concluir ninguno de estos
proyectos. Sin embargo, su testimonio de trabajador intrépido e incansable por
la fe, la justicia y la paz permanece vivo en la memoria de la Iglesia”, afirmó
el Santo Padre.
Por
último, el Papa Francisco alentó a los presbíteros a que “el ejemplo de la vida
y la obra del Papa Adriano los anime a crecer en su vocación de servidores de
Cristo”.
“Que
el Señor los sostenga en su ministerio y los lleve a una fe cada vez más
arraigada en su amor, vivida con alegría y dedicación”, concluyó el Papa.
Publicado
por ACI Prensa
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