El propósito de Dios, en la Vida del P. Juan Tomás

Meditación | Sandy Yanilda Fermín

 

El propósito de Dios, en la Vida del P. Juan Tomás

 

Qué bonita es la vida, y más cuando Dios permite que nos tropecemos con ángeles como lo ha sido nuestro querido P. Juan Tomás García Pichardo. Cuando lo conocimos, para la década de los 80, no nos habíamos dado cuenta, que abrimos un libro con páginas en blanco. Hoy día, cada vez que queremos buscar en ese libro, hojeamos la época y es como si una suave brisa revoloteara esas hojas en el tiempo, y aparecen esos hermosos recuerdos al lado de su vida. Es verlo sonreír, durante un ensayo del coro con su guitarra en la mano. Es ver su seriedad, cuando tomaba la Biblia y nos enseñaba la vida de nuestro Señor Jesús.  Fuiste escogido desde el vientre de tu madre para ser sacerdote. Para llevar la misión por doquier.

 

Juan Tomás, tú has sido nuestra alegría en todo este tiempo que Miguel José no está. Tú has permitido continuar el ritmo de una canción en nuestro corazón, con unas cuerdas que alaban y afinan, y donde cada día, encontramos nuevas estrofas en la vida.

 

Quisimos escribirte ahora en vida y decirte por escrito lo valioso que eres para cada una de las personas que te queremos, aquí te dejamos algunas frases de amigos, que te queremos y te siempre te hemos admirado:

 

“Buen amigo, buen sacerdote. De vez en cuando iban a la casa y le hacíamos té con galletica para que Juan Tomás y Miguel José, nos hicieran cuentos y hacernos reír y disfrutar del momento. Como Juan Tomás y Miguel José, existen pocas personas”.  Gracias le damos a Dios por conocerte.

Minerva de Jesús Pérez

 

“Juan Tomás es como mi hermano mayor, siempre está ahí, siempre le escribimos y nos responde, la distancia y el tiempo no nos han separado. Siempre apoya nuestras locuras. Eres el gran amigo de toda la vida, vemos que disfrutas el momento con nosotros y sientes la confianza y alegría sin dejar de lado tu sacerdocio”.

Arelis Valerio

 

¡Es un amigo muy especial! (Jutogapi). Mi amado Juan Tomás. Es una persona única e irrepetible, lo conocí para el 1986, siendo seminarista y desde siempre lo he visto como un ser muy especial, amable, servicial, responsable, puntual, seguro de su vocación sacerdotal. Siempre con buen humor. Lo he visto ver partir a muchos seres queridos y amigos, entre ellos, Lambert, Lorenzo, Padre José Tineo, su hermana Pura, su amada madre y su gran amigo Pequeño, jamás lo he visto rendirse, ni perder su norte. Amigo fiel, divertido, alegre y jocoso en ciertos momentos, cómplices de encuentros maravillosos, actitud de servicio a los demás. Dios bendiga tu vida y nos de la dicha de compartir por muchos años más.

Ivelisse Infante

 

Desde que conocí a Juan Tomás en el año 1986, tenía unos 16 años, lo único que he notado cambiado, son las canas. Ha sido la misma persona, es un ser humano que no tiene desperdicios. Todo lo que Dios le ha dado, y en el sigue manifestando, el amor, la humildad, la sencillez, es amigo, hermano, compañero. Sobre todo, esa humildad, que se refleja desde el 1986 hasta el 2022, sigue siendo igual. 32 años siendo amigos, valió la pena haberlo conocido.  Frases como “Déjate amar que Cristo te ama y Sonríele a la vida que Cristo te ama”, esas frases lindas que el usaba sigue siendo, el mismo Juan Tomás.

Mirtha Mateo

 

Verte trascender una vida sacerdotal ejemplar y con un sentido de la vida centrada en Cristo, eso lo admiramos en ti. Lo testificas con tu fe, con tu sabiduría, con tus reflexiones espléndidas en cada audio que nos envías todas las mañanas.

 

Juan Tomás promueve la voz de Jesús con alegría, con amistad, con tu entrega incondicional. La parte humana que te caracteriza, tu sensibilidad, siempre atento, pendiente. Donde quiera que estés siempre buscas a tus amigos y a tu familia.

 

El significado de tu nombre, plasmado en el tiempo, recogido con luz y destello de unos evangelios, tu fraternidad, humanidad y a amabilidad, hacen eco a tu nombre Juan Tomás.