Mundo | Salvatore Cernuzio/VN
El Vaticano se suma a los acuerdos sobre el clima: "Urge
una conversión ecológica"
La
Santa Sede depositó recientemente ante el Secretario General de la ONU los
instrumentos de adhesión a la Convención Marco de 1992 y al Acuerdo de París
adoptado en 2015. En el encuentro organizado por la Secretaría de Estado y las
Academias Pontificias de Ciencias y Ciencias Sociales estuvieron presentes el
Secretario de Estado, los cardenales Czerny y Vérgez y Monseñor Gallagher, así
como ministros de asuntos exteriores y representantes de la ONU.
"En
este momento particular de nuestra historia, marcado por conflictos cada vez
más preocupantes que socavan el multilateralismo, es necesario consolidar
nuestros esfuerzos en favor de la ecología integral. Una cuestión que, al igual
que el cambio climático, corre el riesgo de quedar en segundo plano". En
el día de la fiesta de San Francisco de Asís, que, además de su nombre, inspiró
al Papa en su compromiso de cuidar la Casa Común, el cardenal secretario de
Estado Pietro Parolin anunció que la Santa Sede, en nombre y representación del
Estado de la Ciudad del Vaticano, se ha adherido a la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), adoptada en 1992, y al
Acuerdo de París firmado en 2015.
Llamamiento
del Papa a los líderes religiosos y científicos
Parolin
intervino esta tarde en el encuentro "El cuidado de la casa común",
organizado por la Secretaría de Estado, en colaboración con las Academias
Pontificias de Ciencias y de Ciencias Sociales, en la Casina Pio IV. Un
importante momento de reflexión y puesta en común (online y presencial) que
también tuvo lugar de cara a la Cop27 de Sharm el-Sheikh del 6 al 18 de
noviembre. Pero, sobre todo, tuvo lugar en el primer aniversario del evento
"Fe y Ciencia: Hacia la COP26", que tuvo lugar en el Palacio
Apostólico el 4 de octubre de 2021, y que vio a numerosos líderes religiosos y
científicos, de diferentes tradiciones y campos científicos, firmar junto al
Papa un Llamamiento para pasar con decisión y convicción de la "cultura
del descarte" a una "cultura del cuidado" del planeta.
Parolin:
es necesaria la colaboración a varios niveles
En
esa estela, hoy, un nuevo paso adelante: "Con la adhesión de la Santa
Sede, la CMNUCC alcanza casi su universalización con 198 Estados", comenzó
el Secretario de Estado. La consecución de este objetivo es el resultado de
"un largo proceso de estudio y análisis" con el Governatorato y de
"colaboración" con los Dicasterios de la Curia Romana, como lo fue
para la redacción de Laudato si'.
La
encíclica social de Francisco fue citada en varias ocasiones por los distintos
invitados, empezando por Parolin, que recordó cómo el documento reclama la
colaboración "a distintos niveles" entre "disciplinas",
"países", "distintos componentes de la comunidad internacional
(Estados, organizaciones, autoridades locales, sector privado, científicos,
sociedad civil)" y, sobre todo, "la colaboración entre
generaciones". Porque "cuando hablamos de cuidar la Casa Común
debemos preocuparnos" por los que van a habitar el mundo.
Cero
emisiones en 2050
Con
esta mirada al futuro, el Papa, recordó Parolin, aseguró el compromiso del
Estado de la Ciudad del Vaticano de reducir las emisiones a cero antes de 2050
y, al mismo tiempo, promover "una educación en la ecología integral"
que pueda estimular "nuevos estilos de vida, basados en el desarrollo y la
sostenibilidad, la fraternidad y la cooperación entre los seres humanos y el
medio ambiente".
Conversión
y decisiones inaplazables
"La
llamada crisis socioecológica es un momento propicio para nuestra reconversión
y para la toma de decisiones inaplazables", concluyó el Secretario de
Estado. La ciencia es clara: "Cada vez hay menos tiempo para mitigar el
efecto del cambio climático y adaptarse a él. El impacto es
"profundo" y no sólo afecta a la naturaleza, sino también a la economía
y la sociedad.
Czerny:
los nuevos proyectos de combustibles fósiles son imprudentes
El
cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral, también lanzó un grito de alarma: "La
situación mundial es más desesperada que hace siete años. A pesar del Acuerdo
de París, el objetivo de un aumento de la temperatura de sólo 1,5°C es
prácticamente inalcanzable; el planeta ya está 1,2°C más caliente. Sin embargo,
muchos nuevos proyectos de combustibles fósiles se están lanzando de forma
temeraria, contradiciendo el llamamiento de la Agencia Internacional de la
Energía".
Laudato
sì inspira a las personas de buena voluntad
En
este escenario, Czerny vislumbra una luz que es, precisamente, Laudato si',
que, siete años después de su publicación, "sigue inspirando y guiando a
las personas de buena voluntad hacia un enfoque ecológico cada vez más
integral". Por su parte, el Dicasterio para el Desarrollo Integral
"apoya todos los esfuerzos para conectar, recoger y compartir las voces de
la sociedad civil", aseguró el prefecto. Un ejemplo de ello es la
Plataforma de Acción Laudato si', que actualmente reúne a más de 6.000
participantes, entre escuelas, familias y comunidades religiosas de América,
Europa, Asia y África.
Vérgez:
proyectos medioambientales en el Estado de la Ciudad del Vaticano
En
el Estado de la Ciudad del Vaticano hay "numerosos proyectos
medioambientales previstos y organizados" para realizar los objetivos de
la encíclica. Para enumerarlas, el recién nombrado cardenal Fernando Vérgez
Alzaga, presidente de la Gobernación, habló de procedimientos para la recogida
diferenciada de residuos en las direcciones y oficinas (residuos orgánicos y
especiales, metales, plásticos, pilas), para la racionalización de los
recursos, o de nuevas técnicas de riego y regadío para ahorrar agua. Otras
intervenciones se refieren al control de la energía, la reducción de las
emisiones de dióxido de carbono, la instalación de paneles solares y la
implantación de sistemas de domótica que, por ejemplo, apagan la iluminación en
ausencia del personal. "El nuestro", dijo Vérgez, "es un
esfuerzo colectivo al que todos están llamados a contribuir para cambiar los
estilos de vida, convencidos de que el clima es un bien común de todos y para
todos.
Gallagher:
o ganamos juntos o perdemos juntos
Durante
el acto se proyectó un vídeo realizado por el Dicasterio para el Desarrollo
Humano en colaboración con el Dicasterio para la Comunicación, con testimonios
de los cinco continentes. Las conclusiones se confiaron en cambio a monseñor
Gallagher, moderador de la reunión, que explicó las razones por las que la
Santa Sede ha decidido adherirse al Convenio Marco y al Acuerdo de París: en
primer lugar, la "coherencia con la doctrina social de la Iglesia sobre la
ecología", y luego el deseo de "reforzar el multilateralismo en la
situación crítica actual". "O ganamos juntos o perdemos juntos",
dijo el arzobispo, subrayando que el camino hacia los objetivos del Acuerdo de
París "es largo" y aún queda mucho por hacer en temas como los
migrantes climáticos que carecen de protección internacional, el aumento de los
fenómenos climáticos graves y las medidas de resiliencia. La esperanza es que
la Cop27 pueda llevar a "mitigar las pérdidas y los daños, como piden
muchos países en desarrollo". "Se trata de una cuestión de justicia e
igualdad que tendrá consecuencias en todos los países", dijo Gallagher.
"Debemos acabar con la cultura del despilfarro que domina nuestras
sociedades y que es tan evidentemente insostenible".
Evitar
una catástrofe global
A
través de Zoom, durante la reunión - inaugurada por el cardenal Peter Turkson y
Joachim von Braun, canciller y presidente de las Academias Pontificias
respectivamente - intervinieron los ministros de Fiyi, Senegal y Mónaco.
También asistió Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de la Secretaría del Cambio
Climático de la ONU, quien agradeció a la Santa Sede el acto
"valiente" de hoy. Estas medidas son necesarias, dijo, para
"implementar un cambio transformador y evitar una catástrofe global"
que "cambiará nuestro clima, nuestro mundo y nuestras vidas". Para
peor, para siempre".
Publicado
por Vatican News
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