Cuaresma 2023 | VN
Cuaresma, tiempo de consuelo en medio de las
tribulaciones
Con sus Cartas para la Cuaresma, los Patriarcas de las Iglesias
orientales católicas abren el tiempo del "Gran Ayuno", ayudando a
encontrar consuelo en este tiempo penitencial marcado por terremotos, pobreza,
conflictos y crisis políticas que siguen sembrando dolor y angustia en la
región
Con largas e intensas cartas pastorales en las que citan los escritos de
los Padres y de los grandes teólogos orientales, los Patriarcas de las Iglesias
orientales católicas han iniciado el tiempo del "Gran Ayuno",
proponiendo cómo vivir los cuarenta días previos a la pasión, muerte y
resurrección de Cristo. Aportando “contribuciones útiles para vivir el tiempo
de Cuaresma como un tiempo propicio para esperar el encuentro pascual con
Jesús” y encontrar “consuelo incluso en medio de las nuevas tribulaciones que
atormentan a los pueblos de Oriente Medio”, los Patriarcas de las Iglesias de
Oriente han reiterado en sus cartas que “el ayuno, la oración, la penitencia y
las obras de caridad son las prácticas que siempre han caracterizado el tiempo
de Cuaresma vivido en la fe en Cristo”, informa la agencia Fides.
La centralidad de la oración
El cardenal iraquí Louis Raphael Sako, Patriarca de la
Iglesia caldea, ha recordado que para San Juan Crisóstomo (347-407), la oración
“hace posible lo imposible y fácil lo difícil. Es imposible que una persona que
reza cometa un pecado”. “La oración - ha añadido el Patriarca - no es una
búsqueda teológica, sino que se centra en lo que esperamos”, y “es una pena que
la práctica de la penitencia esté actualmente en crisis, debido a la ignorancia
y a la inconsciencia del pecado”.
Un fondo para ayudar a las víctimas del terremoto
de Siria y Turquía
El arrepentimiento y la confesión de nuestros pecados -ha añadido el
cardenal iraquí- nos ayudan a superar nuestras debilidades y a
purificarnos". Isaac de Nínive (siglo VII), citado por el Patriarca Sako,
recuerda que con la penitencia "la gracia que hemos perdido después del
bautismo, con una vida perezosa, se renueva en nosotros por el arrepentimiento
mediante el discernimiento de la mente. Y quien se priva del arrepentimiento se
priva de la bienaventuranza inminente". El Patriarca caldeo también ha
pedido a los bautizados que recauden las ofrendas resultantes del ayuno en un
fondo que se destinará a las víctimas del terremoto de Siria y Turquía, escribe
Fides.
Identificarnos con la mirada de Cristo
En su Carta Pastoral para la Cuaresma, el Patriarca sirio católico Ignace
Youssif III Younan ha vuelto a proponer el ayuno, la oración, la
penitencia y la limosna como prácticas de la conformación con Jesús mismo, que
enseña en el Evangelio que “Dios no quiere nuestros sacrificios, sino
misericordia”. Con esas palabras, ha señalado el Patriarca Younan, “Jesús nos
ha revelado claramente que no ha venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores, y que los sanos no necesitan médico, sino los enfermos”. Por eso,
“el ayuno y la limosna, que la Iglesia propone junto con la oración,
especialmente durante el tiempo de la Gran Cuaresma, son una ocasión propicia
para identificarnos con la mirada de Cristo”.
Ante el sufrimiento sólo Él puede disipar “las
tinieblas del miedo”
El Patriarca ha citado también a un gran santo teólogo de Oriente, San
Efrén el Sirio, quien recuerda que «Aquél que ayuna de pan y se guarda del mal,
es como un águila veloz que el maligno no puede ahuyentar. Y quien ayuna con
pureza, exalta sus pensamientos hacia el Altísimo y desprecia las
concupiscencias del mundo, porque sus pensamientos están con Dios». De este
modo -ha añadido el Primado de la Iglesia sirio-católica, citando el mensaje de
Benedicto XVI para la Cuaresma de 2006-, “mientras el tentador nos lleva a la
desesperación o a poner una vana esperanza en el trabajo de nuestras manos,
allí Dios nos guarda y nos sostiene”. Y hoy, ante el sufrimiento causado por el
terremoto, sólo Él puede disipar “las tinieblas del miedo”.
Ayunar para ayudar
Para recordar la urgencia cristiana de acudir en ayuda de los hermanos y
hermanas abrumados por el terremoto, - se lee en Fides - el Cardenal y
Patriarca maronita Béchara Boutros Raï también ha citado a los
Padres de las Iglesias orientales en su Carta para la Cuaresma: «No tienes
derecho a utilizar tu dinero como una persona que lo disfruta según tu deseo,
sino más bien como una persona a la que se le ha encomendado», escribía San
Basilio el Grande, mientras que para San Gregorio de Nisa, «lo que fluye de ti
no es tuyo, por lo tanto no puedes adueñarte». La regla del ayuno - ha
comentado el Patriarca maronita - es que “lo que ahorras ayunando es para
ayudar a los necesitados”.
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