Reflexión | Juan Fco. Puello Herrera/LD
Obediencia no es bondad
En
las Fuerzas morales José Ingenieros refiere la bondad, afirmando que “no hay
bondad sin tensión activa hacia la virtud”; cuya particular forma de describir
la bondad conduce a tomar con pinzas todo cuanto se desprende de la disciplina
y condescendencia pasiva, y por igual la sumisión sin cuestionar que es otra
vertiente de la incapacidad para el mal.
Por
tanto, Ingenieros denuncia al hipócrita que “obra bien por simple miedo a la
coerción social” al cual considera peor que el “malo desembozado, pues sin librarse
de su maldad la complica de cobardía”, traduciendo un “conformismo negativo que
suele dar al sujeto el bienestar en la servidumbre”.
De
ahí, que aquellos sin fuerza de voluntad acaban siendo cómplices de los que
obran mal, y que actúan así para no contrariarlos, aunque, debe ser perpetua la
lucha de “obrar bien entre malvados”.
Hay
que tener la suficiente entereza para actuar conforme a la propia conciencia,
evitando que la hipocresía no conspire contra la integridad sin dejarse tentar
por los intereses creados.
Ingenieros
hace alusión que es “despreciable el juicio de los malos, aunque sean más”;
afirmando, que el “bueno es juez de sí mismo, sintiéndose mejor cuanto más
grande es la hostilidad que le rodea”; a sabiendas que cada “gesto suyo es un
reproche a los que nunca podrían imitarle”, esto, porque todo aquel que tiene
la conciencia turbia teme a la amistad de los de conciencia recta; y huyen de
ellos, como “alimañas de la luz, reaccionando y sembrando la bondad activa con
tantos bienes que al fin los malos se avergüenzan de sí mismos”.
Publicado
por Listín Diario
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