Reflexión | P. José Pastor Ramírez/LD
Éxito = preparación + oportunidad + autodisciplina
Tengo
la sensación de que buena parte de los dominicanos creen mucho en la suerte,
llegando a hacer de esta una especie de deidad. Además, existe la
pseudo-convicción de que esta es una especie de tómbola donde hay afortunados y
desafortunados. Sin embargo, el éxito, la autorrealización y la santidad no
tienen nada que ver con la suerte que popularmente se promueve. En efecto,
decía Séneca que “la suerte es lo que ocurre cuando la preparación coincide con
la oportunidad”. Significa que, las oportunidades no vendrán a nosotros hay que
movilizarse hacia ellas; hay que abandonar esa práctica de movemos en círculos,
porque no propicia las oportunidades.
El
éxito de una persona o de una institución dependen de la perfecta unión entre
oportunidad, preparación y autodisciplina; cuando se nos plantea una ocasión
beneficiosa, si no estamos listos para actuar, perderemos toda opción.
Tengo
la impresión, espero estar equivocado, de que en el imaginario colectivo de las
nuevas generaciones y de las no tan nuevas, no fundamentan el éxito y la
autorrealización en el estudio que culmina con una especialización profesional,
para insertarse en un buen trabajo y posteriormente, materializar la
posibilidad de constituir una familia estable. Pero todo ello es fruto de
autodisciplina y de preparación.
Pareciese
que hoy se lucha por evadir todo esfuerzo, compromiso y autodisciplina para dar
paso al idealismo mediocre de las cosas fáciles a corto plazo, pretendiendo
implantar la mentalidad de cosechar sin plantar. Así se comprende la práctica
desafortunada de obtener un título académico falso, sin importar las
consecuencias morales, profesionales y sociales, echando por la borda los
valores, los principios y no se diga, las virtudes.
Realmente,
hemos de ser pacientes y esperar la oportunidad propicia, y mientras acontece
esto hay que sembrar la semilla, llegado el momento, se aprovechará la
circunstancia para lograr el propio objetivo. Es preciso, pues, estar listos
para no perder el tren, usando nuestro bagaje y nuestras capacidades para
obtener el máximo beneficio de una situación propicia.
Hay
que prepararse, informarse, conocer, investigar y estudiar para percibir mejor
las oportunidades. No esperar a que la información golpee a la puerta de tu
casa. Capacitarte es la clave para conseguir lo que se anhela. Para encontrar
la oportunidad, hay que estar enfocado, atento y con objetivos claros. Para
conseguir las metas, no basta con soñar. Hay que prepararse para estar listos.
Hay
que superar esa tendencia a saltar los marcos de principios, valores culturales
y religiosos en los que se erigió y sostuvo nuestra sociedad. Hoy son útiles
para continuar montados en el tren del progreso, del crecimiento y de las
transformaciones tecnológicas que nos convertirán en un país avanzado.
Creer
en la suerte es dejar a la deriva la increíble cantidad de recursos que
poseemos para alcanzar lo que queremos. Cuando decimos que “tuvimos suerte”
estamos ocultando el historial de buenas decisiones, relativas a la propia vida
y a las oportunidades, que tomamos.
Es
un hecho probado que nada sucede por casualidad ni por suerte.
Publicado
por Listín Diario
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