Reflexión | Ulán Bator/AF
La riqueza de las religiones: trabajar juntos por el bien de
todos
“Me reuní con los líderes mongoles y me
aseguraron que la nueva Constitución garantiza el pluralismo religioso y que
todas las religiones y confesiones serán bien recibidas. Lo interesante es que,
hasta ahora, entre los más de dos millones de mongoles, no hay ni un solo
cristiano. Uno en número, quiero decir”. Así, en abril de 1992, el gran
misionero y sinólogo belga Jerome Heyndrickx, ex superior de la provincia
sínica de la congregación misionera de los Scheut, contaba algunos detalles
interesantes del viaje que realizó en octubre de 1991, cuando se dirigió a Ulán
Bator para iniciar las primeras misiones católicas en Mongolia después de que
los dirigentes del país pidieran el establecimiento de relaciones diplomáticas
con la Santa Sede.
Incluso
hoy en día, los aproximadamente 1.500 católicos mongoles representan una
pequeña comunidad en una población que profesa mayoritariamente el budismo
lamaísta (ver el artículo de Victor Gaetan en Fides 24/7/2023).
Según
el censo nacional de 2020, el 52% de la nación es budista, el 41% se considera
“no religioso” y el 3,2% es musulmán. Y toda la obra misionera que ha florecido
en Mongolia en las últimas décadas ha tenido siempre como dimensión esencial y
como rasgo estructural la apertura al encuentro con creyentes de otras
religiones, como lo demuestra el quinto vídeo-reportaje elaborado para la
Agencia Fides por Teresa Tseng Kuang yi de cara al viaje del Papa Francisco a
Mongolia (31 de agosto-4 de septiembre).
Mongolia,
- explica en el vídeo-reportaje el cardenal Giorgio Marengo, misionero de la
Consolata y prefecto apostólico de Ulán Bator -, como “un país con una larga
tradición de espiritualidad chamánica y budista, y también en parte islámica”,
se privilegió “por esta gran riqueza” que inmediatamente llamó a las misioneras
y misioneros católicos. Una pluralidad religiosa que los misioneros y
misioneras han llegado a conocer, estudiar y valorar, en un diálogo que se ha
ido profundizando con el tiempo y que se ha traducido también en una práctica de
encuentros regulares cada vez más frecuentes con representantes de otras
religiones. Desde hace dos años se celebran cada dos meses encuentros sobre la
convivencia y el diálogo interreligioso. Y durante los encuentros “se exploran
temas de interés común y también dificultades, la posibilidad de encontrar
soluciones comunes”, y se promueven iniciativas compartidas, especialmente en
el ámbito caritativo, explica en el vídeo el cardenal Marengo.
La
experiencia de amistad y colaboración entre creyentes de diferentes comunidades
de fe, lejos de cualquier abstracción, tiene implicaciones prácticas que
afectan la convivencia nacional. Esta experiencia, - subraya el Prefecto
Apostólico de Ulán Bator -, demuestra que “cada tradición religiosa genuina y
auténtica contribuye a su manera al crecimiento de la sociedad”. “Y las
distintas tradiciones religiosas no son una amenaza en su diversidad, porque si
logran armonizarse bien entre sí son un recurso para la sociedad y para el
mismo Estado”. Como una “riqueza que ponemos en diálogo, en circulación entre
nosotros”. Los encuentros que el Papa Francisco mantendrá con los líderes
religiosos durante su próximo viaje a Mongolia podrán consolar y confirmar a
los misioneros mongoles y a las comunidades católicas en su camino de
fraternidad y cercanía con los creyentes de otras religiones. “Sabemos que
también amigos y representantes de otras tradiciones religiosas sienten un gran
respeto y admiración por el Santo Padre”, asegura el cardenal Marengo en el
reportaje.
Publicado
por Agencia Fides
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