Nuestra Fe | Ángela Marulanda*
Carta de un hijo al Niño Dios
A través de esta carta quiero llegar a Ti, pero no como en otros años en
que pedía regalos para mí. Esta vez quiero pedirte algo para papá y mamá.
Me he dado
cuenta de que a veces el mundo de los adultos es complicado y confuso, y la
verdad es que a ratos no sé qué quieren decirme ni enseñarme. Me exigen cosas
que ellos mismos no hacen, me enseñan cosas que ellos mismos no practican, y me
hablan de amor cuando ellos mismos no parecen entenderlo.
Trabajan y
corren para logar muchas cosas, pero no tienen tiempo para disfrutarlas.
Aseguran que soy lo más importante de sus vidas, pero le dedican más esfuerzo a
su trabajo y ocupaciones. Dicen quererme mucho, pero en aras de educarme a
veces me ignoran, me insultan o me maltratan.
Por eso quiero pedirte este año que papá y mamá aprendan a amarte, y
sepan mostrarme lo que es el verdadero significado de la Navidad, es decir:
– Que
comprendan, por ejemplo, que disfruto tanto dando como recibiendo.
– Que me
lleven a compartir un momento de cantos y alegrías con quienes no tienen
familia.
– Que me
permitan conseguir un regalo para un niño que no tiene padres que se lo den.
– Que me
ayuden a preparar un obsequio para un anciano pobre o un mendigo desamparado.
– Que me
den pocos regalos porque disfruto más cuando recibo poco. Y que sepan que
cuando me dan tantas cosas, además de que me saturan, aprendo a medir su amor
por lo que me den.
– Que no me
amenacen asegurándome que Tú me traerás regalos solo si me comporto bien; los
regalos simbolizan Tu amor y este no me faltará, aunque me porte mal.
– Que
entiendan que gozo más con ellos que con cualquier obsequio. Y que sepan que su
interés y atención personal me dicen más que todo lo que me pueden regalar.
– Que
comprendan que me gusta verlos compartir con los otros no solo lo que nos sobra
sino también lo que nos puede faltar. Y que me ayuden a compartir con los que
tienen menos y a no envidiar a los que reciben más.
– Por
último, te pido que les ayudes a enseñarme a Amarte y a amarlos pues sé que el
amor alcanza lo que nada más puede lograr.
*Texto de Ángela Marulanda, reconocida autora y educadora familiar. Lo
reproducimos a continuación con su autorización. (Lafamilia.info)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...