viernes, 19 de enero de 2024

Virgen de la Altagracia Protectora de República Dominicana


Nuestra Fe | ADH

 



Virgen de la Altagracia

Protectora de República Dominicana

 

“…El naranjo florecido escogiste como altar…Que el fulgor de tu Altagracia, que en Higüey quiso brillar, nos conceda la esperanza, la unión y la caridad…” (Rvdo. P. Carlos Santana, Pbro.)

 

La virgen de Altagracia, además del sentido espiritual y religioso, es parte importante del conjunto cultural del pueblo dominicano.

 

Barrios, calles, carreteras, instituciones, hospitales y escuelas llevan el título mariano, y es común conocer a mujeres, e incluso hombres, con este nombre o sus derivados: "Tata", "Tatica", "Gracita", entre otros. La Virgen está presente en cada dominicano, manifestándose a menudo en exclamaciones de sorpresa o asombro: "¡Ay, Virgen de Altagracia!".

 

Desde lo más simple a lo más profundo, hemos experimentado, visto u oído por testimonios que múltiples gracias se han recibido por medio de la intercesión de la que recibió la más alta gracia concedida a un ser humano sobre la faz de la tierra.  El pueblo expresa y vive su devoción a su Madre protectora, a través de las celebraciones, rosarios, novenas, procesiones, cantos, palos y atabales desde mediados del siglo XVI hasta la fecha. 

 

No es cuento, ni mito, ni teoría; es la fe arraigada de un pueblo que se siente hijo de su Madre y reconoce en ella el símbolo perfecto de adhesión al proyecto divino que nos lleva a la salvación.

 

¡Que la Virgen de la Altagracia, interceda por nosotros!






 

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