La Familia | Natalia Posada*
Adolescencia:
la etapa más difícil según los padres
Les preguntamos a nuestros seguidores y lectores
cuál era la etapa más difícil en la crianza de los hijos, a la que
respondieron en su mayoría, ¡la adolescencia! Así que, hemos
elaborado algunas recomendaciones que les serán de ayuda a los padres con hijos
adolescentes.
Lo primero:
informarse
Cada etapa tiene sus “luchas” con relación a la
crianza, pero es la adolescencia la que resulta más retadora para los padres,
precisamente por los cambios hormonales que influyen en el plano físico y
emocional de los chicos. De ahí que, para aprender a manejar las posibles
situaciones difíciles, es determinante conocer a fondo lo qué es lo que ocurre
en la adolescencia, de esta manera se partirá del conocimiento y la compresión.
El primer paso entonces es informarse y prepararse, incluso mucho antes de que
los hijos se conviertan en plenos adolescentes, para conocer mejor esta
etapa te recomendamos nuestro Ebook: «Adolescentes.
Entender más para ayudar mejor»
El porqué del
comportamiento
“A veces, se muestran irreflexivos, se angustian,
o entran en pánico. Su conducta resulta algo extraña y muchas veces
´desconcertante´…” A muchos padres se les puede hacer familiar esta descripción
de la autora Carmen Gómez, pero todo tiene un porqué. La autora destaca tres
elementos que explican dicho comportamiento:
La angustia: es uno
de los fenómenos más frecuentes en el adolescente. Esta angustia a veces se
expresa en forma de miedos, o de sentimientos de extrañeza, o en “nostalgias”.
Otras veces se elabora en forma de rebeldía, depresión, soledad… etc.
La inseguridad: Junto a
la angustia, e inseparable de ella, surge la inseguridad. El adolescente se
nota incierto ante sí y ante lo que le rodea, por eso es ambivalente frente a
la mayoría de las cosas.
La introversión: La
inseguridad y la angustia, unidas a su capacidad de conceptualización, conducen
al adolescente a un “meterse en sí mismo”. Se vuelve introvertido y se plantea
una serie de cuestiones acerca de él mismo: ¿Quién soy yo?, ¿qué quiero?,
¿adónde voy? No le resulta fácil contestarse: no se comprende a sí mismo y por
eso piensa que los demás tampoco le comprenden. Esto lo desanima, duda de sí,
se siente inseguro y todo ello contribuye a que se aísle (se encierra en su
habitación, por ejemplo).
Manejar la
autoridad asertivamente
Los padres no pueden perder el miedo a exigir y a
ejercer la autoridad en la familia, pero sin perder el cariño, la cercanía, la
comunicación y la alegría. Por lo tanto, no se necesitan gritos, ni amenazas,
basta unas palabras firmes para dar una orden. Se debe evitar a toda costa
“salirse de casillas”, ser irrespetuosos al corregirles, e igualarse a su
comportamiento inmaduro; de ser así, los padres perderán toda autoridad.
Tampoco se debe hacer lo contrario de lo que se le exige a los hijos; hay que
ser coherentes.
Los límites y normas deben estar más presentes
que nunca, es ahora cuando más las requieren. También se les debe asignar
deberes, es la única forma de que aprendan a ser responsables y a valorar el
esfuerzo.
Comunicación,
la mejor herramienta
Es usual que los padres les hablen mucho a sus
hijos y les escuchen poco. Escuchar sus opiniones, sentimientos, alegrías y
dificultades constituye un aspecto determinante para lograr la confianza del
adolescente porque constituye el verdadero diálogo.
*Editora LaFamilia.info
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