Nuestra Fe | VN
María Rosa Mística no
contiene elementos teológicos o morales contrarios a la doctrina
A la luz de
las nuevas normas, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe hace público a
través de una carta dirigida a monseñor Pierantonio Tremolada con la aprobación
del Papa que, la experiencia espiritual de la Virgen de Montichiari, en
Brescia, Italia, “no contiene elementos teológicos o morales contrarios a la
doctrina de la Iglesia”.
El Dicasterio para la Doctrina de
la Fe "no ha encontrado en los mensajes difundidos por Pierina Gilli
elementos que contradigan directamente la enseñanza de la Iglesia católica
sobre la fe y la moral". Se lee en la carta publicada este 5 de julio, y firmada por el prefecto Víctor Manuel Fernández con la aprobación
escrita del Papa y enviada al obispo de Brescia, monseñor Pierantonio
Tremolada. Se trata de la devoción a María Rosa Mística y de los mensajes que
la vidente Pierina Gilli dice haber recibido de la Virgen en 1947 y 1966. «En
los hechos conexos con esta experiencia espiritual – se lee en la Carta – no se
encuentran tampoco aspectos morales negativos, ni otros elementos merecedores
de crítica alguna. Antes bien, se pueden hallar diversos aspectos positivos que
sobresalen en el conjunto de mensajes, como también otros que, siendo
igualmente positivos, sin embargo, merecerían algún tipo de aclaración, a fin
de evitar malentendidos». La "luz verde" a la experiencia espiritual
de la Virgen de Fontanelle se produce sobre la base de las Nuevas Normas para proceder en el
discernimiento de supuestos fenómenos sobrenaturales publicadas el pasado 17 de mayo, según las cuales la intención
principal del discernimiento ya no es establecer el posible carácter
sobrenatural del fenómeno, sino evaluar desde un punto de vista doctrinal y
pastoral lo que ha resultado de su difusión.
La humildad de la vidente
En la detallada carta sobre la Rosa
Mística y en los mensajes recibidos por Pierina Gilli, el Dicasterio subraya
ante todo los aspectos positivos, el más importante de los cuales es el hecho
de que los escritos «expresan una humilde y completa confianza en la acción
materna de María y es por esto que no encontramos en ella comportamientos de
vanagloria, autosuficiencia o vanidad, antes bien, encontramos la conciencia de
haber sido gratuitamente bendecida por la cercanía de la Bella Señora, la
mística Rosa". Se citan, pues, diversos textos de los diarios de Gilli que
exaltan a María, la Rosa, destacando su belleza, ligada al bien, y al mismo tiempo
los efectos que experimenta quien se encuentra con ella: un sentimiento de
insuficiencia combinado con una experiencia de amor y de gran alegría. El
Dicasterio señala que «mientras exalta esta belleza de María con todo su afecto
y admiración, Pierina reconoce claramente que todo lo que María hace en
nosotros nos orienta siempre hacia Jesucristo». Entre las manifestaciones
citadas en la carta estaba también una del propio Cristo, que inspiró a la
vidente una profunda confianza en él: «Cuando lo miré sentí una fuerte
atracción hacia él, para amarlo: era tan bueno, hermoso, ¡misericordioso! ¡No
encuentro palabras para expresar lo que hizo que mi alma quedara embelesada en
Él!... [dijo el Señor:] “Ten siempre fija tu mirada en Mí para escudriñar y
adivinar lo que quiero de ti, es decir, quiero tomar posesión total de tus
facultades, para que puedas siempre realizar acciones inspiradas por Mi
Amor" (27 de febrero de 1952). Entre los mensajes de Pierina hay algunos
que "expresan un fuerte sentido de comunión eclesial":
«“Escucha, Virgen mía, desde que el
Concilio creó la nueva Liturgia es tan hermosa porque rezamos juntas”... [María
continuó explicando los símbolos que aparecieron en la aparición]: “Estos
globos [refiriéndose a esferas de luz] que lo que tengo en las manos es
demostrar al mundo entero el símbolo del Concilio Ecuménico y cuánto agradó al
Señor"" (27 de abril de 1965).
La imagen correcta de Dios
En los diarios de la vidente,
explica el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, hay también "expresiones
que no siempre son adecuadas y que requieren interpretación". Expresiones
que siempre deben leerse junto con los mensajes positivos recién resaltados.
Estos son los textos en los que la Virgen se presenta como mediadora que ejerce
un rol que detiene la justicia divina y en los "castigos terribles".
El contexto representado por todos los mensajes escribe el Dicasterio, deja
claro, sin embargo, que «ciertamente no se desea transmitir una imagen de Dios
o de Cristo lejana o desprovista de misericordia, que debe ser
"contenida" por una "mediación de María». Como lo confirman
otros mensajes, como éste: «[María dijo:] “Mi Divino Hijo está siempre
dispuesto a hacer descender sobre el mundo la gracia de su misericordia”» (5 de
abril de 1960).
El significado de las tres rosas
En la carta del Prefecto al obispo
de Brescia leemos que debe evitarse la imagen de María «como mediadora
"pararrayos", frecuentemente utilizada en otros tiempos y también
heredada por Pierina». Y recordamos que las nuevas reglas para discernir supuestos
fenómenos sobrenaturales mencionan la posibilidad de que los verdaderos frutos
del Espíritu Santo puedan aparecer a veces vinculados a experiencias humanas
confusas y a expresiones imprecisas desde el punto de vista teológico. Además,
el Dicasterio señala que las tres rosas con el significado de "oración -
sacrificio - penitencia", adecuadas y centrales para la vidente y su
experiencia espiritual particular, no deben "pensarse necesariamente
dirigidas a todos los creyentes" y, por tanto, Es mejor evitar
presentarlos como "el núcleo, el centro o la síntesis del Evangelio, que
sólo puede ser la caridad, como nos recuerda en varios lugares el Nuevo
Testamento".
Jesús el único Redentor
Finalmente, la carta hace
referencia a las expresiones que Pierina no explica: “María Redención”, “María
de Gracia”, “María Mediadora” y similares. «Hay que recordar – afirma el
Dicasterio – que sólo Jesucristo es nuestro único Redentor... Al mismo tiempo,
hay que sostener que sólo el Señor puede actuar en el corazón de las personas
donando la gracia santificante que eleva y transforma». La cooperación de María
"debe entenderse siempre en el sentido de su intercesión materna y en el
contexto de su ayuda a crear disposiciones para que podamos abrirnos a la
acción de la gracia santificante". Interpretado desde esta perspectiva -
concluye la carta - "podemos sostener que la propuesta espiritual que
surge de las experiencias narradas por Pierina Gilli en relación con María Rosa
Mística no contiene elementos teológicos o morales contrarios a la doctrina de
la Iglesia".
La historia de las apariciones
Las apariciones de María "Rosa
Mística" y "Madre de la Iglesia" están vinculadas a una
localidad, Fontanelle, situada al sur de Montichiari, en la provincia de
Brescia, Italia. La vidente es Pierina Gilli, nacida en una familia campesina,
que trabajó como ama de llaves y enfermera en un hospital y llevó una vida muy
sencilla hasta su muerte en 1991, a los 80 años de edad. Los fenómenos místicos
que protagoniza abarcan dos épocas: la primera se remonta a 1947, cuando la
Virgen se apareció a Pierina presentándose con los títulos de "Rosa
Mística" y "Madre de la Iglesia". En el vestido blanco de María,
Gilli dice que también vio tres rosas, una blanca, una roja y una amarilla,
símbolo de oración, penitencia y sufrimiento. El segundo ciclo de apariciones
ocurre en 1966 en Fontanelle. Aquí, el 13 de mayo, fecha significativamente
mariana, la Virgen indica a Pierina una fuente específica, como lugar de
purificación y fuente de gracia. Ya en 1966 se comenzó a construir en el lugar
un santuario que no estaba estructurado como una iglesia, sino como un
anfiteatro abierto. A un lado hay una capilla para la celebración Eucarística,
al otro una segunda capilla más pequeña para proteger la fuente indicada por la
aparición.
La opinión de los obispos
En los años 1960, el entonces
obispo de Brescia, Giacinto Tredici, no creía que las apariciones tuvieran un
origen sobrenatural, y la misma actitud mantuvieron también sus sucesores. En
abril de 2001, en el décimo aniversario de la muerte de Pierina Gilli, el
obispo Giulio Sanguineti nombró a un sacerdote encargado de seguir el culto en
Fontanelle. Posteriormente, el 17 de diciembre de 2019, el lugar mariano fue
proclamado "Santuario Diocesano de la Rosa Mística - Madre de la
Iglesia". El anuncio se produce durante una celebración Eucarística
presidida por el actual obispo de Brescia, destinatario de la carta del
Dicasterio.
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