Actividad Parroquial la Jornada de Oración por los Enfermos

Nuestra Fe | Alcedo A. Ramírez

 

Actividad Parroquial la Jornada de Oración por los Enfermos

 

Con la asistencia masiva de los enfermos y feligreses de la Parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, del sector Los Prados, se llevó a cabo la celebración de la Jornada Mundial de Oración por los Enfermos, el 11 de febrero y como todos los años, junto con el día de Nuestra Señora la Virgen de Lourdes.

 

La Jornada Mundial de Oración por los Enfermos es una iniciativa de la Iglesia Católica para dedicar cada año un día en que todos los fieles católicos, a nivel mundial, elevan plegarias a Dios por el bienestar y la salud de todos los enfermos, así como por todos los hombres y mujeres que trabajan para los enfermos, en su calidad de profesionales o servicios de acompañamiento.

 

Desde las cinco de la tarde, del 11 de febrero pasado, se iniciaron las oraciones por la salud de los enfermos y el personal de ayuda y soporte, con el templo de la Iglesia Nuestra Señora del Sagrado Corazón lleno a toda capacidad, gracias a la labor y diligencias del personal de las Pastorales Social y de Salud de la parroquia.

 

También para esta ocasión, dichas Pastorales habían preparado, a la salida del templo y para el final de la actividad, unas mesas de entremeses y refrigerios, para agasajar a todos los asistentes y participantes de tan hermoso evento.

 

Resulta oportuno señalar que los católicos hacemos estas Jornadas de Oración por los Enfermos ya que el mismo Señor Cristo Jesús nos mostró la eficacia de pedir y orar por los enfermos de todo tipo, a fin de que Dios les conceda el beneficio de la sanación, muchas veces y a través de los ministros religiosos y laicos actuantes.

 

La celebración de la Santa Misa, las oraciones, el rocío con Agua Bendita, la imposición de las manos y la unción de los enfermos la presidieron el P. Renel Mondeir y el D, Hipólito Ramírez, conjuntamente con los demás asistentes del Altar, Lectores y Ministros de la Eucaristía. La noche terminó con un compartir repleto de amor fraternal y la tranquilidad espiritual de los enfermos asistentes a esta gran actividad cristiana por la salud de nuestros enfermos. Que Dios nos bendiga y proteja siempre. Amén.