Espiritualidad | Sebastián Sansón Ferrari
El Papa: La fecundidad de la
Iglesia nace de la cruz
El Pontífice
presidió la santa misa en la Basílica de San Pedro en la memoria de María Madre
de la Iglesia, durante el Jubileo de la Santa Sede, e invitó a los empleados de
la Curia Romana a redescubrir la santidad como clave para su servicio. Recordó
que María, al pie de la Cruz y en el Cenáculo, es modelo de fe y esperanza.
En la Basílica
de San Pedro, el Papa León XIV presidió este lunes 9 de junio la Misa del
Jubileo de la Santa Sede, acompañado por empleados y funcionarios de la Curia
Romana. La celebración coincidió con la memoria litúrgica de María Madre de la
Iglesia que, por voluntad del Papa Francisco, a través de un decreto del 11 de
febrero de 2018, fue inscripta en el Calendario Romano General.
De carácter obligatorio para toda la Iglesia de Rito Romano, se celebra el
lunes después de Pentecostés.
En un clima de
profundo recogimiento, la jornada comenzó en el Aula Pablo VI con una
meditación a cargo de la hermana Maria Gloria Riva, quien invitó a los
presentes a contemplar el misterio de la fecundidad espiritual de la Iglesia.
El programa del evento jubilar también incluyó la posibilidad de recibir el
sacramento de la Reconciliación en el atrio de la misma Aula.
A
continuación, el Papa portó la cruz jubilar y encabezó la procesión de
oficiales, funcionarios de la Sede Apostólica y sus familiares hacia la Puerta
Santa de la Basílica Vaticana.
Durante la
homilía, el Obispo de Roma reflexionó sobre dos imágenes bíblicas que iluminan
la esencia de la Santa Sede y de la Iglesia entera. La primera, tomada del
Evangelio según san Juan, presenta a María al pie de la Cruz, testigo fiel y
madre confiada por Jesús al discípulo amado. “La maternidad de María, a través
del misterio de la cruz, dio un salto impensable”, explicó el Pontífice. “La
Madre de Jesús se convirtió en la nueva Eva, unida a la muerte redentora del
Hijo y, así, fuente de vida nueva para todos los hombres”.
El Sucesor de
Pedro subrayó que toda fecundidad eclesial nace precisamente de este misterio
de la Cruz: “Toda la fecundidad de la Iglesia y de la Santa Sede depende de la
cruz de Cristo. De lo contrario, es apariencia, si no algo peor”. Citando la
oración colecta de la celebración, recordó que la Iglesia está llamada a ser
“cada día más fecunda en el Espíritu” y a “alegrarse por la santidad de sus
hijos”.
En este
sentido, el Santo Padre destacó que la fecundidad de la Iglesia se manifiesta
en la vida concreta de cada creyente. “Un sacerdote que carga con una cruz
pesada en su ministerio y que cada día realiza su labor con amor y fe,
participa y contribuye a la fecundidad de la Iglesia”, señaló. “Y lo mismo
ocurre con un padre o una madre de familia que, en medio de las dificultades
cotidianas, vive su vocación con entrega y esperanza”. Esa es la fecundidad
auténtica, la misma fecundidad de María y de la Iglesia.
El segundo
icono presentado por el Papa fue el de María en el Cenáculo, acompañando a los
Apóstoles en oración después de la Ascensión del Señor. Allí, explicó, María
ejerce su maternidad espiritual como memoria viva de Jesús y como centro de
comunión y unidad. “La Santa Sede vive de manera muy particular la coexistencia
de ambos polos: el mariano y el petrino”, afirmó. “Y es el polo mariano el que
asegura la fecundidad y la santidad del petrino”.
En su prédica,
León XIV exhortó a todos los empleados de la Curia Romana a redescubrir la
santidad como clave para servir a la Santa Sede y a la Iglesia universal. “La
mejor manera de servir a la Santa Sede es procurar la santidad, cada uno según
su estado de vida y la tarea que se le ha confiado”, recordó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...