Meditaciones | Sandy Yanilda Fermín
Dos
razones para celebrar
Desde la mañana
había una brisa cálida pero llena de mucho entusiasmo, caía una llovizna
ligera, pero amigable, y nos acompañaba durante la sorpresa que haríamos a
nuestro padre.
Luego el sol tímido,
por un momento arribó, nos tomamos unas fotos para el gran recuerdo que nunca se
imaginó, sería inolvidable, porque Dios ha así lo permitió.
La distancia no
fue un impedimento, para realizar ese maravilloso encuentro, lleno de misterio,
lleno de silencios, que traería nostalgias en cada momento.
De mi hermana
menor fue la idea del motivo de campo y puso en marcha el plan. Hubo un gran
desafío y fue, como reunirnos todos, hacer ensayos de la música para ese
maravilloso momento, el cual nos hizo sentir muy felices, el solo recordar esos
instantes me hacen sonreír.
Llega el gran
día, todos ansiosos de ver a mi padre entrar por la puerta con mi madre y mis
hermanas. Mi sobrino inicia a cantar feliz cumpleaños con la trompeta y
nosotros estábamos escondidos con güiras, tamboras, panderos, maracas,
sombreros típicos para cantarle feliz cumpleaños.
Qué gran emoción,
toda una familia y amigos escondidos, y cuando nos vio a todos, se puso a
llorar, cuando nos vio a los que veníamos de lejos, solo dijo: “Nooo… y nos abrazó”.
Decidimos
sorprenderlo y, en una tarde apacible en Warwick, los teléfonos celulares
iniciaron la grabación, de sonrisas esperadas, de ver unos ojos que se
alegraban, donde veíamos realizada una sorpresa de tantos días preparada.
Todo inició
unos meses antes, cuando mi hermana menor nos expresa que quiere sorprender a
mi padre para su cumpleaños número 78 y en seguida les dijimos claro que
sí, él se va a sentir muy feliz. En seguida, nos imaginábamos los abrazos, los
cantos, la bulla, la comida en el patio de atrás de la casa de mi hermana y
sobre todo la alegría, que sentiría al vernos a toda la familia reunida.
En ocasiones
hablamos con nuestro padre y pensábamos que lo iba a sospechar. Mi madre fue
nuestra cómplice. Ella fue la que, en muchos momentos, cubrió nuestros errores,
para que mi padre no escuchara ninguno de los rumores.
Los regalos
comenzaron a llegar, y mi padre las gracias ofrecía, por cada regalo entregado,
una sonrisa ofrecía.
Nuestra familia
nos dijo, que la sorpresa nos quedó fenomenal. Cada detalle, la vestimenta, los
higüeros, las diferentes ideas de mi hermana para colocar el bizcocho encima de
leña como si fuera un fogón, y escenarios en el patio para tomar fotografía y
darle a la sorpresa ese toque mágico y diferente.
Por otro lado, mi
cuñado hizo un colador donde antes se colaba el café s y un pilón para
triturarlo. Para simular no solo el café molido sino innovación y felicidad. Las
chancletas samurai no se quedaron atrás, el gofio y un machete de madera, el
cual fue causa de atracción.
Hubo alguien
que le escribió a mi padre lo siguiente:
Le deseo un
feliz cumpleaños, y que tenga tanta suerte como gotas tiene la lluvia, salud
como rayos tiene el sol, felicidad como estrellas hay en el cielo.
En nuestro país
celebramos el día del padre en el mes de julio, por eso, mientras haya vida,
démosle a nuestros padres felicidad, esa es la mayor alegría que nosotros los hijos
podemos regalarle a nuestros padres.
El día del
padre se reúnen varias generaciones, donde llevamos loores, al roble y roca de
la familia, que siente honores, al ver a su familia y amigos, cantando y
bailando canciones.
El día del
padre, les deseamos a esos padres, que no solo son un papá, sino por ser un
super abuelo, un tío excepcional y un hermano de verdad. Siempre está
pendiente de sus nietos y sobrinos, y no se diga de nosotros sus hijos. El cree
que aun somos niños pequeños.
El día del
padre, queremos rendir honores por todas las enseñanzas y su presencia en la
vida familiar, por sus chistes, por sus consejos, por la oportunidad que
nos ha dado Dios de ser sus hijos, por la huella y el legado que cada
día nos brinda al contarnos sus historias y como se disfruta, para nosotros es
una honra.
Gracias a los
padres, por inspirarnos a siempre estar unidos, por eso y mucho más.
¡Gracias a mi papá! y feliz día a todos los padres del mundo, en
especial a los de nuestro país, República Dominicana.
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