martes, 26 de agosto de 2025

¿Cómo Podemos Salvarnos?


Nuestra Fe | P. Ciprián Hilario, msc

 


¿Cómo Podemos Salvarnos?

 

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Hoy reflexionamos sobre la gran pregunta: "¿Cómo podemos salvarnos?" En un mundo lleno de distracciones, ansiedades y desafíos modernos como el estrés laboral, las redes sociales que nos alejan de lo esencial, o las presiones económicas que nos hacen olvidar nuestra dimensión espiritual, la Biblia nos ofrece un camino claro y eterno hacia la salvación. No se trata de rituales vacíos, sino de una transformación profunda que impacta nuestra vida diaria. Basado en las Sagradas Escrituras, les presento siete puntos fundamentales para adquirir la salvación, cada uno fundamentado en textos bíblicos y adaptados a nuestra realidad actual. Recordemos que la salvación es un don de Dios por gracia, a través de la fe en Jesucristo (Efesios 2,8-9), pero requiere nuestra respuesta activa.

 

1- Reconocer el amor incondicional de Dios por nosotros. La Biblia nos dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna" (Juan 3,16).

En nuestra vida hoy: En medio de la soledad que provocan las pantallas y las relaciones superficiales, acepta que Dios te ama personalmente, no por tus logros o posesiones. Comienza cada día con una oración de gratitud, recordando que Su amor es el antídoto contra la depresión y el vacío existencial moderno.

 

2- Admitir que somos pecadores y necesitamos salvación. Como está escrito: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3,23).

Adaptado a hoy: En una sociedad que promueve el "yo primero" y justifica errores como "elecciones personales", reconoce tus fallas, como el egoísmo en el trabajo o la ira en el tráfico. Haz un examen de conciencia diario, usando Apps de reflexión si ayuda, para humillarte ante Dios y buscar Su perdón.

 

3- Creer en Jesucristo como el Hijo de Dios y Salvador. El apóstol Pablo afirma: "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa" (Hechos 16,31).

En la vida contemporánea: Cultiva tu fe leyendo la Biblia diariamente, quizás a través de podcasts o grupos en línea. Esta creencia no es abstracta; te da esperanza en crisis como pandemias o inestabilidad económica.

 

4- Arrepentirnos genuinamente de nuestros pecados. La Escritura nos insta: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados" (Hechos 2,38).

Aplicado al ahora: En un mundo de adicciones digitales o consumismo compulsivo, el arrepentimiento significa cambiar de dirección: deja hábitos tóxicos como las redes, y busca apoyo en comunidades cristianas o terapia cristiana para una transformación real y duradera.

 

5- Confesar públicamente a Jesús como Señor. Como dice: "Que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo" (Romanos 10,9).

En nuestro tiempo: No temas compartir tu fe en redes sociales o en conversaciones cotidianas, a pesar del rechazo cultural. Confiesa en tu familia o trabajo, mostrando con acciones como ayudar al prójimo, que Jesús gobierna tu vida en medio del relativismo moral actual.


6- Ser bautizados como signo de nueva vida en Cristo. Jesús ordenó: "El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado" (Marcos 16,16).

Adaptado al presente: En una sociedad individualista, el bautismo es un compromiso comunitario; búscalo en tu iglesia local si no lo has hecho, y renueva su significado en la vida diaria, como un "reinicio" espiritual ante los desafíos éticos de la IA o la globalización.

 

7- Perseverar en la fe y vivir en obediencia diaria. El Señor advierte: "Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo" (Mateo 24,13), y "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras" (Efesios 2,10).

En el mundo de hoy: Ante la fatiga por el ritmo acelerado de la vida, mantén la disciplina espiritual con rutinas como devocionales matutinos o servicio voluntario. Persevera en pruebas como el desempleo o divisiones familiares, produciendo frutos como amor y justicia en tu entorno laboral y social.

 

Hermanos, la salvación no es un evento aislado, sino un camino que recorremos con Cristo en el aquí y ahora. Invito a cada uno a aplicar estos puntos en su vida cotidiana, buscando el apoyo de la comunidad eclesial. Que el Espíritu Santo nos guíe hacia la vida eterna. Amén.






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