viernes, 8 de agosto de 2025

Vivir en la fe, la vigilancia y la confianza en Dios Homilía Domingo XIX Tiempo Ordinario, 10 de agosto 2025


Nuestra Fe | P. Ciprián Hilario, msc

 


Vivir en la fe, la vigilancia y la confianza en Dios

Homilía Domingo XIX Tiempo Ordinario, 10 de agosto 2025


Queridos hermanos y hermanas, las lecturas de hoy nos sumergen en el corazón de la vida cristiana: la fe que nos sostiene, la vigilancia que nos prepara y la confianza que nos une al plan amoroso de Dios. Cada una de estas lecturas nos ofrece una perspectiva única pero complementaria sobre cómo vivir plenamente para Dios.

 

Sabiduría 18,6-9: La noche de la liberación

En el libro de la Sabiduría, recordamos la noche de la Pascua, cuando Dios liberó a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Los israelitas confiaron en las promesas divinas, y esa fe los llevó a la salvación. Este pasaje nos recuerda que Dios siempre cumple sus promesas, aunque a veces las circunstancias parezcan oscuras. La "noche" de la que habla el texto no es solo un momento histórico, sino una metáfora de nuestras propias noches: momentos de duda, dolor o incertidumbre. En esas noches, Dios nos invita a confiar en Él, a recordar que Él está obrando, incluso cuando no lo vemos.

 

Hebreos 11,1-2.8-19: La fe como fundamento

La Carta a los hebreos nos presenta la fe como "la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve". A través de los ejemplos de Abraham y Sara, vemos que la fe no es una mera creencia, sino una entrega total a Dios, incluso cuando el camino es incierto. Abraham dejó su tierra sin saber a dónde iba, obedeció a Dios al ofrecer a Isaac y confió en que Dios cumpliría su promesa de descendencia. Esta fe activa nos desafía a preguntarnos: ¿Estamos dispuestos a salir de nuestra comodidad por seguir a Dios? ¿Confiamos en Él cuando el futuro parece incierto? La fe de Abraham nos enseña que vivir para Dios implica arriesgarnos, pero siempre con la certeza de que Él nos guía.

 

Lucas 12,32-48: Vigilancia y responsabilidad

En el Evangelio, Jesús nos habla del Reino de Dios como un tesoro que no debemos temer buscar. Nos dice: "No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros el Reino". Estas palabras son un consuelo: no estamos solos, y Dios desea nuestro bien. Sin embargo, Jesús también nos llama a la vigilancia, como siervos que esperan el regreso de su señor. La parábola del administrador fiel nos recuerda que hemos recibido dones y responsabilidades. Dios nos ha confiado tiempo, talentos y recursos, y espera que los usemos para construir su Reino. La frase "a quien mucho se le dio, mucho se le exigirá" nos invita a reflexionar: ¿Cómo estamos usando lo que Dios nos ha dado? ¿Vivimos con la expectativa gozosa de su venida?

 

Estas lecturas nos unen en un mensaje claro: la vida cristiana es un camino de fe, confianza y vigilancia. Dios nos ha hecho sus hijos, nos ha dado promesas y nos llama a vivir de manera responsable, siempre atentos a su voluntad. Como el pueblo de Israel en la noche de la Pascua, como Abraham en su peregrinación, y como los siervos vigilantes de la parábola, estamos llamados a confiar en Dios, a actuar con fe y a prepararnos para su Reino.

 

10 puntos para aplicar las lecturas en nuestra vida diaria

1- Confía en las promesas de Dios: Como los israelitas en Sabiduría, recuerda que Dios siempre cumple lo que promete, incluso en los momentos de oscuridad. Reza diariamente para fortalecer tu confianza en Él.


2- Vive con fe activa: Inspirado por Abraham, da pasos concretos en tu vida para seguir la voluntad de Dios, incluso si implica salir de tu zona de confort o enfrentar lo desconocido.


3- Sé vigilante espiritualmente: Dedica tiempo a la oración y la reflexión diaria para mantener tu corazón atento a la presencia de Dios, como los siervos que esperan al amo en el Evangelio.


4- Administra bien tus dones: Reflexiona sobre los talentos, tiempo y recursos que Dios te ha dado. Haz un plan para usarlos en servicio a los demás, recordando que "a quien mucho se le dio, mucho se le exigirá".


5- No temas al futuro: Jesús nos dice "No temas, pequeño rebaño". Cuando enfrentes preocupaciones, confía en que Dios te acompaña y te dará lo que necesitas para seguir adelante.


6- Cultiva la esperanza en las pruebas: En tus "noches" personales, como las del pueblo de Israel, busca la luz de Dios a través de la oración, la comunidad y la Palabra.


7- Obedece con humildad: Como Abraham, que obedeció incluso en lo más difícil, practica la obediencia a Dios en las pequeñas decisiones diarias, confiando en que Él sabe lo que es mejor.


8- Prepárate para el Reino: Vive cada día como si fuera una oportunidad para acercarte al Reino de Dios, practicando la caridad, la justicia y el amor al prójimo.


9- Evalúa tu fidelidad: Reflexiona regularmente: ¿Estás siendo un administrador fiel de lo que Dios te ha confiado? Pide perdón y fuerza para mejorar en tus responsabilidades.


10- Vive con gozo y gratitud: La promesa del Reino es motivo de alegría. Agradece a Dios por su amor y vive con la certeza de que Él te ha elegido para ser parte de su plan.

 

Conclusión

Hermanos y hermanas, estas lecturas nos invitan a vivir con una fe valiente, una vigilancia constante y una confianza inquebrantable en el amor de Dios. Que la Virgen María, modelo de fe y vigilancia, nos guíe para ser siervos fieles que esperan con gozo el regreso de nuestro Señor. Amén.






 

 

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