Reflexión | P. Ciprián Hilario, msc
Sé ejemplo para con los demás: justicia, perdón y amor
Homilía
jueves 18 de septiembre 2025, 24ª semana del Tiempo Ordinario
Las
lecturas de hoy, 1 Timoteo 4,12-16, Salmo 110,7-10 y Lucas 7,36-50, nos
invitan a reflexionar sobre la autenticidad de nuestra fe, el poder del amor y
el perdón, y la importancia de vivir coherentemente nuestra vocación cristiana.
A continuación, destaco algunos puntos clave de estas lecturas y cómo pueden
iluminar nuestra vida hoy.
1.
1 Timoteo 4,12-16 – Sé un ejemplo para los demás
En
esta carta, Pablo exhorta a Timoteo, un joven líder de la comunidad, a no
dejarse menospreciar por su juventud, sino a ser un modelo en palabra,
conducta, amor, fe y pureza. Este mensaje resuena profundamente en nuestra vida
actual:
Sé
un testimonio vivo: No importa la edad, posición social o
experiencia; todos estamos llamados a ser testigos de Cristo. En un mundo donde
la autenticidad es tan valorada, nuestra forma de hablar, actuar y amar debe
reflejar los valores del Evangelio. Por ejemplo, en el trabajo, la escuela o
las redes sociales, nuestras palabras y acciones pueden inspirar a otros a
acercarse a Dios.
Cuidar
los dones recibidos: Pablo anima a Timoteo a no descuidar el don
recibido y a dedicarse con celo a su misión. Hoy, esto nos recuerda que debemos
cultivar nuestros talentos y dones espirituales (oración, caridad, servicio)
para crecer en nuestra relación con Dios y servir a los demás. Pregúntate:
¿Cómo estoy usando los dones que Dios me ha dado? ¿Los pongo al servicio de mi
comunidad?
Perseverancia
en la fe:
Pablo insiste en la perseverancia, diciendo que esto traerá salvación tanto
para Timoteo como para quienes lo escuchan. En un mundo lleno de distracciones
y desafíos, perseverar en la oración, la lectura de la Escritura y la vida
sacramental es clave para mantenernos firmes.
Aplicación
práctica:
Reflexiona sobre cómo puedes ser un ejemplo para otros en tu entorno. Tal vez
sea mostrando paciencia en un momento de conflicto, practicando la generosidad
o siendo coherente entre lo que dices y haces.
2.
Salmo 110,7-10 – La justicia y la misericordia de Dios
El
Salmo 110 nos recuerda que las obras de Dios son justas, fieles y están
fundadas en la verdad. Su mandamiento de redención y su alianza son eternos, y
el temor del Señor es el principio de la sabiduría.
Confianza
en la justicia divina: En un mundo donde a veces parece que la
injusticia prevalece, el salmo nos asegura que los juicios de Dios son rectos y
eternos. Esto nos invita a confiar en que, aunque no siempre entendamos los
caminos de Dios, Él actúa con justicia y misericordia.
El
temor del Señor como sabiduría: Este “temor” no es miedo, sino un respeto
profundo y amoroso hacia Dios. Vivir con esta actitud nos ayuda a tomar
decisiones sabias, alineadas con sus mandamientos, especialmente en un mundo
donde los valores cristianos a menudo son cuestionados.
Aplicación
práctica: Dedica un momento hoy para agradecer a Dios por su
misericordia y justicia. Pide sabiduría para vivir según sus mandamientos,
especialmente en decisiones difíciles.
3.
Lucas 7,36-50 – El poder del amor y el perdón
El
evangelio nos presenta el conmovedor encuentro entre Jesús, Simón el fariseo y
la mujer pecadora que unge los pies de Jesús con perfume y lágrimas. Este
pasaje nos enseña lecciones profundas:
El
amor transforma: La mujer, conocida como pecadora, muestra un amor
inmenso al lavar los pies de Jesús con lágrimas y ungirlos con perfume. Jesús
destaca que su gran amor demuestra que sus muchos pecados han sido perdonados.
Esto nos recuerda que el amor genuino, nacido del arrepentimiento, tiene el
poder de transformar vidas.
No
juzgar a los demás: Simón, el fariseo, juzga tanto a la mujer como a
Jesús. Sin embargo, Jesús no la condena, sino que la acoge y perdona. En
nuestra vida, es fácil caer en la tentación de juzgar a otros por sus errores o
apariencia. Este evangelio nos invita a mirar con misericordia, recordando que
todos necesitamos el perdón de Dios.
La
humildad abre el corazón a la gracia: La mujer se acerca a
Jesús con humildad, reconociendo su necesidad de perdón. En contraste, Simón se
muestra autosuficiente. Esto nos desafía a preguntarnos: ¿Me acerco a Jesús con
humildad, reconociendo mis faltas, o me siento “suficientemente bueno”?
Aplicación
práctica:
Reflexiona sobre tus actitudes hacia los demás. ¿Juzgas rápidamente o buscas
entender y acoger? Considera acercarte al sacramento de la reconciliación para
experimentar el perdón de Dios y renovar tu compromiso de amar como Él ama.
Síntesis
para la vida hoy
Sé
un ejemplo coherente: Como Timoteo, vive de manera que tus palabras y
acciones reflejen a Cristo, sin importar las circunstancias o tu edad.
Confía
en la justicia y misericordia de Dios: El Salmo nos anima a
vivir con un “temor” amoroso hacia Dios, buscando su sabiduría en un mundo
lleno de confusión.
Ama
y perdona con humildad: El evangelio nos muestra que el amor y el
arrepentimiento abren la puerta al perdón de Dios. Practica la misericordia con
los demás y acércate a Jesús con un corazón humilde.
Oración
final:
Señor Jesús, ayúdame a ser un testimonio vivo de tu amor en mi vida diaria.
Dame un corazón humilde para reconocer mis faltas, sabiduría para vivir según
tus mandamientos y un amor generoso para acoger a los demás sin juzgarlos.
Amén.
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