lunes, 11 de septiembre de 2017

Septiembre, mes de la Biblia

Biblia / P. William Arias 


Septiembre mes de la Biblia

San Agustín decía sobre la Biblia, que este era un segundo libro a través del cual Dios nos habla, y que pedía que él nos ayudase a entender el primer libro a través del cual Dios nos habla que es la vida. Estamos en septiembre, el mes de la Biblia, ya es tradición en la Iglesia en la Republica Dominicana y en otros lugares del mundo, dedicar este mes a la promoción, acercamiento y amor a las Sagradas Escrituras, pues ella es parte fundamental de la vida del creyente, como testimonio de la revelación de Dios que ha llegado hasta nosotros.

En los últimos años, gracias al Concilio Vaticano II, y a otros factores, incluso amenazantes para la fe católica, se ha dado un despertar y un amor a la Biblia, junto al deseo de conocerla en profundidad, estudiarla asiduamente y ayudar a interpretarla para el enriquecimiento de la fe. Aunque a veces hay personas que le entran con gran deseo de asimilar los escritos sagrados y al ver la profundidad que tienen y las implicaciones que conlleva, junto al hecho de que la Biblia supera las expectativas del que con ilusión a ella se acerca, se tiende al poco tiempo a alejarse de ella; si antes del Concilio ante la Biblia había miedo y se propagaba ese miedo, hoy día hay deseos de conocer, pero también, cierta desazón ante la contemplación y el adentrase al universo bíblico.

Pero mucho se ha logrado en cuanto al apostolado bíblico que es la propagación y difusión de la biblia, y también en cuanto a Pastoral Bíblica que es el estudio y conocimiento de la Biblia a través de talleres, cursos, retiros, seminarios, etc., hasta llegar a lo que hoy conocemos como Animación Bíblica de la Pastoral, que busca más que difundir y estudiar las Sagradas Escrituras, sino que ella sea como la savia que recorra toda la vida pastoral y espiritual de la Iglesia, que ella sea el fundamento de todo lo que hacemos en la Iglesia, que sea la base de todo el quehacer cristiano en su testimonio de fe ante el mundo.

También son muchas las acciones eclesiales a gran escala que se han hecho referente a la Biblia, tales como la constitución dogmática ´´Dei verbum´´, del Concilio Vaticano II, desde donde se dio el empuje que a finales del siglo XX la Biblia necesitaba para entrar de lleno como parte importante de la vida y formación del creyente, a ella le anteceden unas series de documentos y acciones de los Papas antes del Concilio, pero es desde esta constitución hasta llegar al Sínodo sobre la Palabra de Dios del año 2008, con Benedicto XXVI y la exhortación apostólica ´´Verbum domini´´, en que se consolida la importancia de la Biblia en la vida de la Iglesia y del creyente hoy.

Somos una institución de más de 2000 años, son muchas las cosas que se han escrito y se han mandado, tenemos un catecismo, un derecho y muchos documentos sinodales y papales que nos rigen, pero por encima de todos ellos está y siempre estará la Biblia, ellos siempre serán ecos de vida de lo que este libro dice y enseña, pues en el Sagrado Libro no solo está la palabra del hombre en cuanto a lo que quiere expresar, sino que en él está la Palabra de Dios en cuanto a lo que el mismo Dios nos quiere decir. Que en este septiembre se crezca en conocimiento y en el ser partícipe de esas palabras divinas que nos han llegado por la Biblia y que tenemos el compromiso de difundir, estudiar e interpretar, para tener vida y vida en abundancia. ADH 815

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