Mirar | Tamara Cordero/21rs
Cuando no se invierte en mimar la fragilidad
Los cuidados paliativos ayudan a vivir sin dolor una
enfermedad grave, ofreciendo un acompañamiento integral que consuela y alivia
al paciente. Pero España se encuentra a la cola de Europa en cuanto a inversión
y reconocimiento de esta especialidad. Por desgracia, cada año más de 75.000
enfermos fallecen sin haber podido acceder a este servicio.
Los cuidados paliativos son el cuidado total y activo de los
pacientes que tienen una enfermedad que no responde a un tratamiento curativo.
Es fundamental el control del dolor y los síntomas, pero también el cuidado de
otros aspectos, como los psicológicos, sociales y espirituales. Se trata de una
ciencia interdisciplinar que incluye al paciente, su familia y su entorno.
Porque es ofrecer una atención integral cubriendo sus necesidades
independientemente del lugar donde esté el paciente, en un centro hospitalario
o en casa.
Por definición, los cuidados paliativos afirman la vida y
consideran la muerte como un proceso natural de cualquier persona, sin
acelerarlo ni retrasarlo. Su objetivo principal es mantener la mejor calidad de
vida posible hasta que se desarrolle el final.
En España la legislación actual no permite que exista equidad
a la hora de acceder a estos cuidados. Dependiendo de tu lugar de origen, de si
eres de una ciudad o del entorno rural, si vives en una comunidad autónoma o en
otra, se podrá acceder de una u otra manera a este cuidado integral en el
momento final de la vida.
Cada año mueren en nuestro país algo más de 400.000 personas,
aunque en este 2020 que hemos dejado atrás la cifra subirá debido a la crisis
sanitaria que estamos viviendo. Dos tercios de estos fallecidos,
aproximadamente unas 250.000 personas, van a morir de una forma prevista, después
de pasar por una enfermedad. Al menos 150.000 de ellos necesitarán la
intervención de un equipo especializado en cuidados paliativos para mejorar su
calidad de vida, ya que se enfrentarán a situaciones complejas. Sin embargo, y
por desgracia, más de la mitad de ellos, más de 75.000 personas, no tienen
acceso a este equipo especializado por diferentes razones.
Ante esto, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos
(SECPAL) solicita al Legislativo que impulse y desarrolle de forma decidida una
ley nacional. Sin embargo, no parece que el Gobierno esté dando pasos hacia
delante en esta cuestión. Alberto Menéndez, vicepresidente de SECPAL afirma al
respecto que “no tiene sentido que sigamos sin legislar sobre cuidados
paliativos. Atender al sufrimiento de miles de personas en España es una
urgencia que debe abordarse de forma inexorable. Tratar el sufrimiento de un
menor número de ciudadanos que quieren acabar con su vida o que se les ayude a
hacerlo tiene, sin duda, una gran trascendencia y debe ser contemplado, pero en
mi opinión personal, no se ha hecho en España la reflexión social suficiente y
se mezclan estos dos temas de forma intencionada con fines ideológicos”.
También los profesionales de los cuidados paliativos se
enfrentan a la falta de reconocimiento de la especialización en esta materia.
“Necesitamos con urgencia la especialidad porque se trata de un riesgo para los
enfermos. Cuando un paciente necesita que lo vea un equipo de cuidados
paliativos, tiene el derecho a que las personas que le atienden están formadas
y cualificadas profesionalmente”, afirma Javier Rocafort, director médico del
Centro Laguna para Cuidados Paliativos en Madrid.
“En mi opinión, a veces parece que la falta de reconocimiento
se da por negación de las autoridades, que actúan como si los enfermos, por el
hecho de tener una patología sin cura y estar en el proceso del final de la
vida, fueran menos importantes”, continua.
En España, solo Extremadura y Castilla León reconocen
oficialmente alguna categoría profesional de cuidados paliativos. En el resto
de las comunidades autónomas, contar con profesionales formados y con
experiencia en los equipos y servicios especializados depende de la buena
voluntad y la sensibilidad de los responsables sanitarios.
El Atlas de los Cuidados Paliativos en Europa 2019 sitúa a
España a la cola en la atención de los pacientes al final de la vida, en el
puesto 31 de los 51 países europeos analizados en cuanto a servicios
específicos por habitantes. España está al mismo nivel que Georgia o Moldavia.
En toda la región europea existen 6.388 servicios especializados en cuidados
paliativos y concretamente, España cuenta con 260 recursos específicos, siendo
superada por Alemania, Reino Unido, Francia, Polonia, Italia y Rusia, entre
otros.
Meléndez afirma al respecto que “existe un derecho a ser
tratado con lo mejor que oferte la ciencia y que haya demostrado efectividad y
eficiencia. Y en el sufrimiento por una enfermedad y sin curación posible, los
cuidados paliativos han demostrado ya de sobra su efectividad y su eficiencia.
No usar esta herramienta ni ponerla a disposición de todos los ciudadanos que
sufren, es claramente un error que nuestros dirigentes tienen que resolver. Ya
no se puede hacer como si no se supiera, todos los países de nuestro entorno
están asumiéndolo y trabajándolo, ya es hora”.
Además, la mayor parte de centros y hospitales con área de
cuidados paliativos cuentan con profesionales sanitarios: médicos y enfermeras
que pueden, o no, estar especializados en esta materia; pero solo cuentan con
psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales gracias a convenios con ONG y
otras entidades privadas, como La Caixa, que financia casi la totalidad de
estos recursos. Todo ello a pesar de que una atención paliativa de calidad
exige una asistencia integral prestada desde equipos multidisciplinares capaces
de responder a las necesidades bio-psico-sociales de los pacientes más
frágiles. Queda mucho por hacer.
Publicado en www.21rs.es
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