Navidad | Sandy Yanilda Fermín
El
Pesebre en nuestras vidas
Navidad
en nuestra vida
Me gustaría que pensemos unos segundos qué nos gustaba
en Navidad cuando éramos niños. Qué señal nos decía que ya pronto se acercaba
la Navidad. ¿Eras alegre en Navidad? ¿Esperabas a alguien que llegara o que
trajera regalos? ¿Tenías comida? ¿Tenías ropa? ¿Llegaste a tener un árbol de
navidad? Luego que pensemos y nos respondamos estas preguntas, hay unas más: ¿Estaba
Jesús en tu vida en navidad? ¿Lo veías tierno y humano en su pesebre?
¡Para mí una señal que la navidad se acercaba, era cuando
llegaba noviembre y esa brisita fresca te tocaba la mejilla...! con un sabor a
Alegría.
No tuvimos un árbol de navidad, pero estuvimos
rodeados de muchos árboles fuertes como fueron nuestros abuelos, mis padres y
mis tíos. ¿Cómo era tu árbol? Mi hermana
menor, se encargaba cada navidad de buscar un árbol seco, lo adornaba de
algodón blanco y acordes a sus ahorros. Ese árbol, hoy día nos trae un profundo
recuerdo, cargado de sencillez, pero con una profunda alegría y amor que nos
hace recordar siempre nuestro hogar.
El
Pesebre santo y Jesús
El pesebre, ha sido una tradición inspirada por
San Francisco de Asís, en la Navidad del año 1223. Quiso representar el
nacimiento de Jesús a través de un belén, pero con personas. Hay una canción que
dice: “a ese pesebre entrégale tu vida”.
Recibe al pequeño que te habla hoy, nacerá de nuevo la alegría, cambiará con
gozo toda tu aflicción.
Así como José y María se afligieron por no encontrar
una posada y no encontrar a nadie que les abriera las puertas y recibirlos, ese
era parte del plan de Dios, que ellos todavía no entendieron… Jesús nace
de una manera sencilla y humilde, en un pesebre, para participar y
acompañar de manera activa a la humanidad. Si ese pesebre no hubiera aparecido,
¿qué hubiera sido de nuestras vidas, de nuestra fe y nuestra esperanza? ¿Cómo
hubiera sido? ¿Si estuvieras en el pesebre donde nació Jesús, qué harías? En
vez de nosotros llevar al pesebre ¿Qué les ofrecería? ¿Verías la estrella
guiándote?
¿Cuáles pesebres hay en esta época en tu lugar donde
te desenvuelves? ¿Está vacío? O hay alguien que te espera para regalarte una
sonrisa y una mirada de felicidad y de fe. El pesebre santo nos regale,
armonía, alegría, tranquilidad, paz. Nos dé el ánimo para continuar en este
tiempo de pandemia que vive la humanidad.
Ahora que se acerca la Navidad, habremos personas con un
cúmulo de cosas guardadas y no la sacamos del closet, vamos a limpiarlos y
sobre todo limpiemos nuestro corazón para que el niño Dios pueda entrar al
pesebre de nuestro mundo interior.
¿Qué buscamos en el pesebre?
Avivar nuestra esperanza. Cercanía del niño Dios. En
este tiempo que esperamos que se calme la tempestad de este virus, imploramos desde
el pesebre santo, piedad por la humanidad; queremos junto al pesebre que nos dé
la paz y la tranquilidad que tanto necesitamos. Como dice la palabra en Juan 16,
33 aunque lleguen las aflicciones tenemos que confiar en él. Esa es otra virtud
que esperamos del pesebre, Confianza que todo cambiará que todo renacerá.
En esta navidad, entreguemos
al pesebre santo:
Las vidas de muchas personas que ya no están con
nosotros. El tiempo desperdiciado. Los proyectos no concluidos. La economía de
muchos en el suelo. La falta de comida y hasta una ropa calientita.
No esperemos a que la estrella aparezca para que nos
guíe. Busquémosla para que nos ilumine el camino para encontrar el pesebre
santo de Jesús.
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