Mensaje Jornada Mundial | Ciudad del Vaticano
Jornada
Mundial de la Paz 2021:
La
paz se construye cuidando de los más frágiles
La cultura de la atención,
como "compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover
la dignidad y el bien de todos", y "disposición a interesarse, a la
atención, a la compasión, a la reconciliación y a la curación, al respeto mutuo
y a la acogida recíproca", constituye un medio privilegiado para construir
la paz, a fin de "erradicar la cultura de la indiferencia, el descarte y
el enfrentamiento, que a menudo prevalece hoy en día". Lo escribe el Papa
Francisco en su Mensaje, para la 54ª Jornada Mundial de la Paz, de este 1 de
enero de 2021, Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios.
Se necesitan artesanos de la paz para iniciar procesos de curación
En las ocho páginas del
texto, titulado "La cultura del cuidado como camino de paz", el Papa
"se dirige a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los responsables de las
Organizaciones internacionales, a los líderes espirituales y a los fieles de
las diversas religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad". A
ellos les recuerda lo que escribió en su última encíclica, Fratelli tutti:
"En muchas partes del mundo se necesitan caminos de paz que lleven a la
curación de las heridas, se necesitan artesanos de la paz dispuestos a iniciar
procesos de curación y de encuentro renovado con ingenio y audacia".
La pandemia agravó las demás crisis
Francisco observa los
acontecimientos del 2020, marcados por "la gran crisis sanitaria de
Covid-19", que ha agravado crisis que están muy estrechamente vinculadas,
"como las climática, alimentaria, económica y migratoria, y que han
causado grandes sufrimientos y dificultades". Piensa en primer lugar en
"los que han perdido a un familiar o a un ser querido, pero también en los
que han perdido su trabajo". Recuerda de manera especial a los médicos,
enfermeros, farmacéuticos, investigadores, voluntarios, capellanes y personal
de los hospitales y centros de salud, "que han trabajado duramente y
siguen haciéndolo, con gran esfuerzo y sacrificio, hasta el punto de que
algunos de ellos han muerto en el intento de estar cerca de los enfermos, de
aliviar su sufrimiento o de salvar sus vidas".
Vacunas y asistencia también para los más pobres y frágiles
Pensando en ellos, el
Pontífice renueva su llamamiento a los dirigentes políticos y al sector
privado, "para que adopten las medidas adecuadas a fin de garantizar el
acceso a las vacunas contra el Covid-19 y a las tecnologías esenciales
necesarias para asistir a los enfermos y a todos los que son más pobres y
frágiles".
Cultura del cuidado contra la indiferencia, el descarte y la
confrontación
El Papa Francisco lamenta
que, "junto a los numerosos testimonios de caridad y solidaridad", se
están impulsando diversas formas de "nacionalismo, racismo, xenofobia e
incluso guerras y conflictos que siembran muerte y destrucción". Y subraya
que los eventos del año 2020:
“Nos enseñan la importancia
de hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para
construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad.
El cuidado de los primeros cristianos por los más frágiles
Siguiendo el ejemplo del
Maestro, continúa el Pontífice, los primeros cristianos "practicaban el
compartir para que nadie entre ellos estuviera necesitado y se esforzaban por
hacer de la comunidad una casa acogedora, abierta a todas las situaciones humanas,
dispuesta a hacerse cargo de los más frágiles". Y luego cuando "la
generosidad de los cristianos perdió algo de impulso, algunos Padres de la
Iglesia insistieron en que la propiedad está destinada por Dios al bien
común". San Ambrosio, recuerda el Papa Francisco, argumentó que la
naturaleza dio "todas las cosas para los hombres para el uso común",
pero la codicia convirtió este derecho común para todos en "un derecho
para unos pocos". Una vez libre de la persecución, la Iglesia implementó
la "charitas christiana", instituyendo o suscitando el nacimiento de
"hospitales, refugios para los pobres, orfanatos y hospicios" para la
humanidad que sufre.
La "gramática" del cuidado en la doctrina social de la Iglesia
Estos ejemplos de
"caridad activa de tantos testigos luminosos de la fe", escribe el
Santo Padre, se reflejan en los principios de la doctrina social de la Iglesia,
que ofrecen a todos los hombres de buena voluntad la "gramática" del
cuidado:
“La promoción de la
dignidad de toda persona humana, la solidaridad con los pobres y los
indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguardia de la creación”
Ruta común siguiendo la brújula de estos principios
El Pontífice invita, por
tanto, a "los responsables de las organizaciones internacionales y de los
gobiernos, del mundo económico y científico, de la comunicación social y de las
instituciones educativas", ante "el agravamiento de las desigualdades
en el interior de las naciones y entre ellas", a retomar la "brújula"
de los principios de la doctrina social de la Iglesia, para dar al proceso de
globalización un curso común y "verdaderamente humano", Y añade:
“A través de esta brújula,
animo a todos a convertirse en profetas y testigos de la cultura del cuidado,
para superar tantas desigualdades sociales. Y esto será posible sólo con un
fuerte y amplio protagonismo de las mujeres, en la familia y en todos los
ámbitos sociales, políticos e institucionales”.
Demasiadas violaciones del derecho humanitario
Una brújula útil también
para las relaciones entre las naciones, "que deben inspirarse en la
fraternidad, el respeto mutuo, la solidaridad y la observancia del derecho
internacional". Proteger y promover los derechos humanos fundamentales, y
respetar el derecho humanitario. De hecho, el Papa Francisco lamenta que
"muchas regiones y comunidades han dejado de recordar una época en la que
vivían en paz y seguridad", y muchas sufren violencia, hambre, exilio y
falta de educación.
Fondo contra el hambre, con el dinero que se utiliza hoy para las armas
La pandemia y el cambio
climático, subraya Francisco, ponen de manifiesto la gran "dispersión de
recursos" para las armas, "en particular para las armas
nucleares", que podrían utilizarse para "la promoción de la paz y el
desarrollo humano integral, la lucha contra la pobreza, la garantía de las
necesidades de salud".
El papel irremplazable de los líderes religiosos
Los líderes religiosos en
particular, explica el Pontífice, pueden desempeñar "un papel
insustituible en la transmisión a los fieles y a la sociedad de los valores de
la solidaridad, el respeto a las diferencias, la acogida y el cuidado de
nuestros hermanos y hermanas más frágiles".
“A todos los que están
comprometidos al servicio de las poblaciones, en las organizaciones
internacionales gubernamentales y no gubernamentales, que desempeñan una misión
educativa, y a todos los que, de diversas maneras, trabajan en el campo de la
educación y la investigación, los animo nuevamente, para que se logre el
objetivo de una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha
paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión”.
Una comunidad de hermanos que se cuidan unos a otros
Los cristianos, es la
invitación final de Francisco, deben mirar a la Virgen María, "Estrella
del Mar y Madre de la Esperanza":
“Trabajemos todos juntos
para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y
solidaridad, de apoyo mutuo y acogida. No cedamos a la tentación de
desinteresarnos de los demás, especialmente de los más débiles; no nos
acostumbremos a desviar la mirada, sino comprometámonos cada día concretamente
para formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y
se preocupan los unos de los otros”. Editado de: Alessandro Di Bussolo/VaticanNews.
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