En Familia | Zahira Maxwell
Ser hermanos de todos y ver en todos a un hermano
Leer la carta encíclica Fratelli
Tutti del Santo Padre Francisco sobre la
fraternidad y la amistad social me hizo reflexionar sobre este nuevo año 2021
que recién inicia. Como especialista en neuromarketing he estudiado los
estímulos que prevalecen sobre las tomas de decisiones en el ser humano. El
estímulo de mayor influencia que se ha comprobado es el miedo.
El miedo es utilizado en campañas de ventas creando un
sentido de urgencia. “Sólo por hoy” “Válido hasta agotar existencia”, las
cuentas regresivas… Estas técnicas de cierre de ventas permiten crear en el
consumidor la urgencia en la toma de decisión. Algo similar ha sucedido con las
relaciones interpersonales y el tema de la pandemia. El miedo nos ha llevado a
dos extremos: nos hemos alejado de la familia o nos hemos acercado más.
El temor a contagiarnos y contagiar el virus nos separa,
nos aísla. En ocasiones no sabemos cómo saludar. Personalmente, he tomado la
opción del saludo oriental, con una ligera inclinación de cabeza mostrando
respeto. Pero, si me ofrecen el codo o el puño correspondo al saludo. Ahora
bien, extraño los abrazos, extraño los apretones de mano, Ver la sonrisa del
rostro que tengo al frente. Ahora, caminamos por las calles sin reconocer a los
que cruzan a nuestro lado.
Comparto un fragmento de la encíclica que dice:
32. Es verdad
que una tragedia global como la pandemia de Covid-19 despertó
durante un tiempo la conciencia de ser una comunidad mundial que navega
en una misma barca, donde el mal de uno perjudica a todos. Recordamos que nadie
se salva solo, que únicamente es posible salvarse juntos. Por eso dije que «la
tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas
y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas,
nuestros proyectos, rutinas y prioridades. […] Con la tempestad, se cayó el
maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre
pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa
bendita pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa
pertenencia de hermanos» [31].
Ser una comunidad mundial ha sido una utopía. Desde Simón
Bolívar que quiso formar la gran Colombia, hasta los tratados de libre comercio
que han realizado el intento de unirnos económicamente. Todo para hacer del
mundo una aldea global.
Sin embargo, la globalización debemos iniciarla con los
más cercanos. Las migraciones afectan a muchas naciones. Nosotros siendo un
país en vías de desarrollo, una media isla, tenemos un alto índice de
migración. Los inmigrantes que llegan a nuestro país pueden ser rechazados
(como sucede con los hermanos haitianos) o pueden ser muy bien acogidos (como
sucede con la comunidad venezolana). Sin embargo, son tratados como
extranjeros. Son forasteros. Lo mismo sucede cuando nosotros, los dominicanos,
vamos a vivir a otro país. Nunca un extranjero tendrá los privilegios que tiene
un ciudadano.
Salvar la convivencia
La convivencia en familia es la base de la convivencia en
la sociedad. Aceptar en el núcleo familiar a los más pequeños y respetar a los
mayores nos lleva a formar una sociedad con valores sólidos. Existe una frase
que me gusta mucho: “el pueblo que no conoce su historia está destinado a
repetirla” atribuida a Napoleón Bonaparte, otro personaje histórico que quiso
unir toda Europa.
¿Qué pasa cuando no conocemos la historia? Si hubiésemos
recordado la pandemia de la gripe española quizás se hubiese tomado medidas más
eficaces. Actualmente los jóvenes en su mayoría están adormecidos. Viendo
series en TV por paga o aplicaciones. Jugando videojuegos, entre otras. Se
evaden de la realidad que viven para sobrevivir. Los envejecientes no son
escuchados, nadie quiere oír los cuentos e historias repetidas.
Recuerdo cuando mi bisabuela vivía. Fafa, como le
decíamos cariñosamente, me contaba de las tradiciones de los ingleses en
Samaná. Fue ella quien me contó que en Samaná hubo dos fuegos que devoraron
todo lo que existía. El primer fuego se llevó las oficinas de registros, por
eso no se conocía la fecha exacta de su nacimiento. El segundo fuego se cree
que fue obra del tirano Rafael Leonidas Trujillo. Este hecho no lo he
encontrado en ningún libro de historia. Tampoco estará en los libros de
historia los cuentos de las cosas extrañas que sucedían en mi pueblo natal
Sánchez. Historias similares a la de “Crónica de una muerte anunciada”.
Ahora no tenemos tiempo de escuchar a los mayores,
tampoco queremos invertir tiempo en los más pequeños. Los adultos, adultos
jóvenes y adolescentes sólo quieren tener tiempo para sus actividades.
Quiero compartir otro segmento de la encíclica:
48. El
sentarse a escuchar a otro, característico de un encuentro humano, es un
paradigma de actitud receptiva, de quien supera el narcisismo y recibe al otro,
le presta atención, lo acoge en el propio círculo. Pero «el mundo de hoy es en
su mayoría un mundo sordo. […] A veces la velocidad del mundo moderno, lo
frenético nos impide escuchar bien lo que dice otra persona. Y cuando está a la
mitad de su diálogo, ya lo interrumpimos y le queremos contestar cuando todavía
no terminó de decir. No hay que perder la capacidad de escucha».
Escuchar nos permite conectar. En mi profesión debemos
desarrollar la capacidad de escuchar. Escuchar con atención lo que el cliente
necesita, lo que el mercado nos pide, me permite desarrollar los productos y
servicios que pueden satisfacer esa necesidad.
Lo mismo sucede cuando aplicamos la escucha activa con
las personas que nos rodean. Nuestra familia, compañeros de trabajo,
empleadores, empleados, clientes y otros. Escuchar a los demás nos permite
comprenderlos mejor. Pero escuchar no es oír lo que dicen es entender lo que
están diciendo. Si estamos pendientes a interrumpirlos, si nuestra mente posee
una respuesta a la pregunta que no terminan de formular, entonces no estamos
escuchando.
2021: Vivir la fraternidad
Vivir en familia el amor fraternal es un gran reto en
este tiempo de COVID 19, sin abrazos, sin besos, con distanciamiento y
precaución. Todo esto hace difícil mantenernos cercanos. Sin embargo, podemos
hacer de la tecnología nuestro mejor aliado, y mantenernos unidos en la fe, la
esperanza y el amor. Confiando que el 2021 volveremos a abrazarnos sin temor a
un contagio. ADH 852
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...