Cultura y
Vida | Redacción Amigo del Hogar
Fomentar
una cultura de Paz
La cultura de paz consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos, tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas, las naciones, teniendo en cuenta un punto muy importante que son los derechos humanos, pero asimismo respetándolo y teniéndolos en cuenta en esos tratados.
¿Qué
significa, pues, cultura de paz? ¿Cómo podríamos comprender la cultura de paz
desde realidades marcadas por la violencia? En otras palabras, ¿cómo
transformar la cultura de la violencia por una cultura de paz?
Responder
a estos interrogantes va más allá de las ideas e ideales que encierra la
expresión “cultura de paz”, es más bien reorientar nuestras acciones para la
prevención de la violencia, fomentando valores.
Cultura
de paz tiene que ver con políticas públicas y actos individuales que modifiquen
la vida en todas sus facetas. Esto supone ante todo un esfuerzo generalizado
para modificar mentalidades y actitudes con ánimo de promover relaciones
interpersonales armoniosas.
Es
transformar los conflictos en oportunidades de convivencia, donde se respete la
vida y se promuevan valores. Por eso la cultura de paz nos exige asumir una
mediación permanente para prevenir los conflictos que puedan generar violencia
y restaurar la armonía y la confianza en nuestras comunidades.
La
mediación comunitaria
¿Qué es
un/a mediador/a comunitario/a?El mediador comunitario es una persona muy ligada
a la comunidad. Se destaca por su integridad, honestidad, discreción,
responsabilidad, coherencia con sus principios. Es una persona conocedora de su
pueblo, sus costumbres y de la vida comunitaria.
Cuando un
conflicto es manejado por un mediador comunitario, las partes involucradas
tienen la certeza de estar tratando con alguien con experiencia y que conoce
los códigos de convivencia humana, tanto o más que algunas autoridades
judiciales.
Mediar es
coordinar acciones con las partes en conflicto y, en caso de no llegar a
acuerdos, buscar ayuda en las juntas de vecinos, las iglesias, las autoridades
locales y provinciales. En otras palabras, abrir espacios de comunicación entre
los diversos sectores de la comunidad.
¿Qué es
un conflicto?
Es una
situación de posiciones encontradas, sin que las partes lleguen a algún
acuerdo. El conflicto se produce entre dos o más personas que no logran ponerse
de acuerdo. Un desacuerdo que no ha podido resolverse.
También
hay conflictos en situaciones personales, frutos de la tensión que se genera
dentro de uno mismo y que puede afectar a un tercero o al grupo. Por eso a la
hora de abordar el conflicto social hay que tomar en cuenta los elementos que
se contraponen desde intereses encontrados, diversidad de opiniones,
preferencias y valores.
La
intolerancia social parecería ser la tendencia más común a la que estamos
sometidas las sociedades de hoy. No sabemos manejarnos bien desde nuestras
diferencias. Tenemos percepciones diferentes, múltiples creencias e intereses
encontrados, pero esto no impide que podamos hacer de los espacios sociales
comunidades de vida, tolerantes y sobre todo, escenarios para la construcción
de una cultura para la paz.
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