Cotidianidades | P. Eulide García, MSC
Hablemos
de las redes sociales
Días atrás leí un boletín de nuestra
congregación, en dicho folleto había una página que trataba sobre las redes
sociales y me llamaron la atención dos términos que el autor del artículo
menciona, y la verdad se me quedó grabada y quiero compartir con los amigos
lectores de esta revista, las frase utilizadas por el escritor fueron: “ermitaño
de las redes sociales”, y “las redes sociales nos pueden convertir en antisociales”,
La primera frase de ermitaño social sabe al lenguaje del papa Francisco. De ambas
frases puedo decir que es la misma cosa dicha de diferente manera.
Cuando las redes se utilizan bien, se convierten en un medio excelente para relacionarnos como seres humanos
La frase de ermitaño social: para
aquellos amigos lectores que no conocen el término lo aclaro: es una persona
que elije o profesa una vida solitaria y ascética, sin contacto permanente con
la sociedad. ¿Se podría aplicar este término a los cibernéticos?, estoy en
creer que en parte sí, por el encerramiento muchas personas han penetrado tanto
en el mundo de las redes que se han quedado enredados, han hecho de esto su
vida, ya no saben tener un comportamiento normal en un conglomerado de personas.
Hay una frase que se aplica al mundo de la internet: “acercar a los de lejos y
alejar a los de cerca”; al final no está acercando a nadie, porque si han perdido
la capacidad de alejarse de la misma familia no tendrá la capacidad de acercar
a nadie a su vida, porque ya su mente no pertenece al mundo social, sino al
mundo individual, alguien le llamaría el mundo de los “zombis” o un mundo de
gente “robotizada”.
“Las redes sociales nos convierten en
anti-sociales”, parece fuerte esa frase y la digo porque se conoce como antisocial
una persona que se convierte en un peligro para la sociedad, que va por ahí
haciendo fullerías de toda índole. Sabemos que las redes las utilizan personas
para hacer daño a otras, pero si hay que aclarar que las redes son lo que nosotros
hacemos que sean; si las utilizo para el mal está el daño en mi accionar, por lo
tanto los malos somos nosotros; cuando las redes se utilizan bien, se
convierten en un medio excelente para relacionarnos como seres humanos y entonces somos
personas prosociales, que es la antítesis de lo antisocial.
Mi conclusión es que las redes sociales
no son buenas ni malas, pues responden a quienes las usamos; las redes
sociales no tienen vida propia, quienes las utilizamos sí poseemos vida,
voluntad, libertad. Creo entonces que sobra cualquier definición que se le
quiera dar si contiene un carácter humano. “Las redes no crearon el ser humano,
sino el ser humano a ellas. Lo humano es utilizarla con inteligencia y responsabilidad,
no dejarse dominar y caer en la adicción, como ocurre en el mundo de las
drogas. Todo exagerado produce daño.
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